La madre del presunto asesino de Pilar Garrido dice que su hijo es "un chivo expiatorio"

La suegra de la española hallada muerta en México pide investigar la vinculación del crimen organizado con el caso
Pilar Garrido y Jorge Fernández
photo_camera Pilar Garrido y Jorge Fernández

"Mi hijo es inocente", clama la madre de Jorge Fernández, marido de Pilar Garrido y acusado del asesinato en México de la joven española, quien asegura que su hijo es un chivo expiatorio porque el gobierno estaba "muy presionado por la prensa internacional".

En una entrevista con Efe, Adriana González pide a las autoridades del norteño estado de Tamaulipas investigar la vinculación del crimen organizado con el homicidio de Garrido.

El caso de Pilar Garrido, desaparecida el 2 de julio pasado en Tamaulipas y hallada muerta semanas después en un descampado, dio el martes un vuelco de 180 grados cuando el fiscal estatal, Irving Barrios, anunció la detención de Fernández como probable responsable del asesinato.

"Fue una cosa increíble, ridícula, acusaciones y pruebas que no tienen valor, no tienen nada, solamente porque no hay culpables señalan a Jorge"


Según la versión inicial de Fernández, la pareja regresaba a Ciudad Victoria, capital estatal, tras disfrutar de un fin de semana en el balneario de La Pesca con su bebé de un año, cuando los interceptó en la carretera un vehículo con dos hombres, quienes tras intentar robar el coche, terminaron llevándose a Garrido.

Entre lágrimas, la madre explica que Jorge "iba a recoger junto con su suegra los restos de su esposa", pero "lo engañaron citándolo ahí" para detenerlo. "Lo tuvieron incomunicado durante cinco horas", al cabo de las cuales le permitieron hacer una llamada a su familia, que estuvo presente en la audiencia inicial.

"Fue una cosa increíble, ridícula, acusaciones y pruebas que no tienen valor, no tienen nada, solamente porque no hay culpables" señalan a Jorge, dice González, quien describe a su hijo como alguien "excepcional, estudioso, trabajador, amoroso con su esposa".

"Nunca hubo amenazas, ni golpes", algo que le consta a la misma madre de Pilar —asegura— porque vivió con la pareja tanto en España como en Tamaulipas durante las visitas frecuentes que les hacía.

En este Estado "no hay hechos aislados", apunta sobre los elevados niveles de inseguridad que hay desde hace años en esa zona del noreste de México, fronteriza con Estados Unidos. "Este es un problema estatal gravísimo en los últimos de años", sostiene Adriana, quien lamenta que las autoridades no hayan ahondado en "otras líneas de investigación".

"Entendemos que el proceso legal (contra Jorge) es normal", pero "no es justo que nada más se fueron sobre él, no le dieron el beneficio de la duda", afirma entre sollozos y destaca que él "nunca se quiso amparar" porque "no tiene nada que esconder". "Creemos en la justicia de México y nuestro estado", afirma Adriana, quien también confía en el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, y en que su hijo saldrá de prisión. "No está sentenciado, apenas va a empezar el calvario", apunta y agrega que está viviendo junto con su familia un momento "muy difícil", "horrible".

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