La madre de una discapacitada excluida de un campamento pide participar en el pleno

La madre de la niña de cuatro años discapacitada que fue excluida de un campamento municipal en A Coruña este verano ha solicitado hoy participar en el pleno del Ayuntamiento y ha negado que en su momento se le hayan ofrecido otras posibilidades, lo que achaca a "falta de voluntad".

Sonia Hermida tiene una hija de apenas cuatro años con diversidad funcional que este verano se había apuntado a un campamento de quince días en el Ágora sobre "Música y Tradiciones Gallegas", aunque después no pudo participar en él porque no había ningún monitor para atenderla.

Ahora ha solicitado una petición en el Ayuntamiento de A Coruña para intervenir "en una Rueda Pública de Ruegos y Preguntas en la sesión plenaria ordinaria del mes de octubre", según el Reglamento orgánico de participación ciudadana para hacer la siguiente consulta:

"¿Cómo justifican la expulsión de mi hija de un campamento de verano organizado por el Ayuntamiento y qué medidas piensan adoptar para que las niñas y los niños con diversidad funcional no vuelvan a quedar excluidos de las actividades municipales y puedan participar en igualdad de condiciones?", preguntará si al final puede participar.

Esta "iniciativa novedosa" sirve para "denunciar algo que es inaceptable", tal como explica el portavoz municipal de Esquerda Unida-Os Verdes, César Santiso, que cree que es importante que esta madre "pueda hablar y pueda expresarse en sede plenaria y saber qué opina el Gobierno municipal de esta situación".

"Es importante que pueda participar y más cuando la ciudadanía lo demanda. Hay un reglamento y en este mandato no se aplicó una sola vez. Una de las promesas de Negreira era atender a los vecinos y dar mayor participación ciudadana, ahora incumple constantemente la Ley de Grandes Ciudades en cuanto a los mínimos de participación ciudadana", ha señalado.

La madre de la pequeña que no pudo asistir al campamento ha afirmado que cuando su hija consiguió por sorteo la plaza, la "solución" municipal "fue expulsarla y ni siquiera devolver el dinero de la matrícula, aunque eso es lo de menos porque fueron 35 euros".

"En las actividades de otoño del Ágora ya avisan de que no hay apoyos para niños con necesidades educativas de atención específica", denuncia en un caso de "discriminación negativa" sobre un colectivo que debería recibir "discriminación positiva".

Desde el Ayuntamiento de A Coruña sostienen que de 844 campamentos, más de 766 tienen personal específico para atender las necesidades de los discapacitados, pero esta madre no quiso aceptar las opciones que le ofrecieron, pues solo deseaba la actividad del Ágora.

"Lo peor y más triste de todo es que me enteré por la prensa. Solicité por registro que me comuniquen esas actividades adaptadas. Consulté la lista y si hay un 92 % que están adaptadas, no las encontré en ningún sitio. A mí no me dieron ninguna solución", ha subrayado la madre de la niña.

Le sugirieron la posibilidad de "buscar un convenio con una asociación" y "también de pasar un monitor de Servicios Sociales", aunque "al final no hicieron nada", pues lo que se le comentó desde el Ayuntamiento es que se podía "haber apuntado a otros campamentos".

"Ana Fernández -concejala de Cultura- me transmitió el compromiso del alcalde de solucionar esto. Todo el apoyo. Eso fueron sus palabras que no se tradujeron en hechos. No tuve más respuesta. Ni siquiera quisieron analizar el caso de la niña", ha enfatizado.

Ahora lo único que desea "es que no vuelva a suceder" un caso así y por eso busca "decir bien alto y bien claro" lo que pasó, pues "no se puede marginar a una persona con diversidad funcional de una actividad pagada con dinero de todos".

"Emprenderemos otro tipo de acciones, estamos en contacto con una asociación que nos asesora legalmente, queremos llevar el caso a la fiscalía", ha añadido.

Para ella todo se reduce "a una cuestión de voluntad" porque "si dicen que van a hablar con asociaciones y no lo hacen y tampoco cogen propuestas" es porque no existía interés para solucionar la situación, ha apostillado.

"Sabemos que hubo más casos, también conocemos otros en los que no fueron expulsados, pero esto lo que supuso fue que los monitores tuvieron una sobrecarga de trabajo brutal y sus necesidades no fueron atendidas", ha concluido.

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