Concepción Gallegos, la madre de una mujer de 40 años de edad que en noviembre del 2010 desapareció, supuestamente en el río Sil, a la altura de Rairos (Quiroga) y cuyo cuerpo no fue encontrado, intenta, sin éxito hasta el momento, que el caso sea reabierto por la Justicia para, dijo, «saber qué le ha pasado a mi hija». Concepción Gallegos entiende que lo testificado por el compañero sentimental de su hija, quien declaró que la vio encaramada en la barandilla del puente de Rairos y luego tirarse al río, no la convence. Al respecto, subrayó que no tiene motivos para creer lo dicho «por ese señor, único y supuesto testigo presencial de lo sucedido», de ahí su interés en que la investigación se retome para «poder acabar con este sufrimiento que padezco desde hace año y medio y que no me deja dormir ni una noche», añadió la mujer.
En términos similares se pronunció su abogado, Francisco Núñez Rosas, quien cree que hay motivos para reabrir el caso, pero hasta el momento, según manifestó, se ha encontrado con el problema de que tanto los juzgados monfortinos como la Audiencia Provincial han entendido que no hay razones suficientes para retomar nuevamente diligencias.
El letrado piensa que sí hay motivos y que no se puede «dictaminar el cierre de un expediente habiendo una persona desaparecida, cuyo cuerpo nunca fue encontrado», tras unos días de batidas por el cauce a cargo de agentes de la Guardia Civil.
