La lluvia hizo acto de presencia en el tramo final de la vendimia que desde el pasado 17 de septiembre se celebra en la denominación de origen Ribeira Sacra. Sin embargo, desde el consejo regulador restaron importancia a estas condiciones climáticas, pues, aunque dificulta el trabajo en las viñas, aseguraron que no afectará a la uva, que presenta un muy buen estado de maduración.
El domingo ya habían entrado en las bodegas 4,8 millones de kilogramos de uva, siendo la práctica totalidad de la variedad tinta mencía.
De los productores inscritos en la denominación de origen, más de la mitad, en concreto 62, ya cerraron la campaña de recolección; mientras que 31 aún están en la faena y solamente dos no han comenzado.
Las previsiones realizadas al inicio de la vendimia, cuando se habló de conseguir en torno a los 5 millones de kilos, se están cumpliendo, como la de lograr que el fruto llegase a las bodegas en unas excelentes condiciones sanitarias, libre de enfermedades.
Todo ello hace aventurar que la cosecha del 2009 será una de las mejores de los últimos años en cuanto a calidad y cantidad, resultando equiparable a las de 2006 y 2007.
