La ciudad de A Coruña ha vivido otra noche mágica de San Juan en la que se reunieron unas 140.000 personas. Los asistentes a las fiestas pudieron disfrutar con una serie de actuaciones musicales: Alejo Stivel, Seguridad Social y Danza Invisible.
Desde el Ayuntamiento herculino prepararon un dispositivo con 366 efectivos, trece ambulancias y ocho vehículos de bomberos, así como 119 policías locales y cuarenta nacionales, entre otros medios. Por la tarde se repartieron 150 toneladas de madera limpia en las principales playas para contaminar lo menos posible.
Al final no faltaron sardinas ya que los diferentes puestos en la ciudad han conseguido satisfacer casi toda la demanda con un buen producto. La falla Aquarium Finisterrae ardió para destruir los recuerdos de las ocho ciclogénesis explosivas que causaron múltiples desperfectos este invierno en la ciudad. Estaba formada por una bruja sobre la representación del Obelisco tras la fachada del Aquarium Finisterrae, en cuyo tejado aparecía empotrada una ballena, y su quema llegó acompañada de un memorable espectáculo de fuegos artificiales.
El paseo marítimo se cortó al tráfico desde las 19.00 horas entre el estadio de Riazor y la playa del Matadero.
El Bloque Nacionalista Galego pidió en un comunicado que el Ayuntamiento de A Coruña declarara el día de San Juan como festivo permanente pues, aunque el de este año no será laborable, no está confirmado qué pasará en futuras ediciones.
Los primeros usuarios ya han empezado a llevar material a las playas por la mañana para tener todo preparado en una noche de hechizos y fuego. La tradición dice que hay que saltarla tres veces para espantar a las meigas y, por la mañana, lavarse con agua de siete fuentes y bañada en siete plantas para garantizar un año sin males.
