Las diferencias entre el Ayuntamiento de Monforte y la empresa concesionaria del abastecimiento de agua tendrán que ser dilucidadas en los juzgados, toda vez que el pleno de la corporación, con los votos de PP y PSOE, que son mayoría, decidió rechazar una propuesta del equipo de gobierno, que preside el nacionalista Severino Rodríguez, para llegar a un acuerdo con la empresa Aqualia.
Las diferencias entre las partes son grandes. Por un lado, están los supuestos incumplimientos de Aqualia para ejecutar proyectos incluidos en su contrato por valor de 4,7 millones de euros, así como su reciente decisión de no atender la nueva potabilizadora de aguas al entender que se le debe pagar hasta cerca de medio millón de euros más al año por tal servicio.
Por otro, Aqualia le reclama al Ayuntamiento 1,5 millones de euros por un pretendido desequilibrio económico que arrastra desde el año 2005 por falta de actualización de tarifas.
Un supuesto gran favor que le hicieron al alcalde
Nada más acabar la votación en la que se rechazó, con los votos de PP y PSOE, la posibilidad de negociar con Aqualia el precio de la gestión de la potabilizadora, el alcalde, con el micrófono abierto, soltó un «non saben o gran favor que me acaban de facer», como diciendo que se habían dado las condiciones necesarias, el respaldo del pleno, para denunciar a Aqualia, pues su grupo gobierna en minoría en Monforte y si hubiese propuesto tal cosa, quizá, la oposición no lo hubiese respaldado.