La iglesia de Momán volverá a acoger misas tras finalizar las obras contra posibles derrumbes

Se arregló el tejado del presbiterio, la zona más afectada, y el de la sacristía, y se pintó el interior del templo y se recubrió con madera
El sacristán Celso González mantiene la limpieza del renovado templo
photo_camera El sacristán Celso González mantiene la limpieza del renovado templo

Los vecinos de Momán ya pueden volver a utilizar la iglesia con normalidad. Tras varios meses con una parte del templo restringida por el riesgo de posibles derrumbes debido al mal estado del tejado del presbiterio, la iglesia volverá a acoger las misas en todo su espacio a partir del próximo domingo.

Durante los últimos meses se llevaron a cabo obras para asegurar la construcción y garantizar la seguridad de los feligreses, que acogieron "con gran entusiasmo y alegría" la recuperación de la iglesia, tal y como confirma el párroco, Luis Ángel Rodríguez Patiño. "Ante el peligro de derrumbe inminente empezamos a hacer las misas del arco para atrás, dejando libre la zona del presbiterio, donde está el altar y una zona donde habitualmente se coloca bastante gente en las misas, en especial cuando hay entierros, porque es donde está el cadáver", explica el párroco, que asegura que cada domingo pueden reunirse en la iglesia de Momán entre unas 20 y unas 30 personas.


La actuación superó en total los 30.000 euros y se financió con fondos del propio Obispado y donaciones


"Renovouse a cuberta de todo o presbiterio e da sacristía, con madeira e lousa ao estilo tradicional", dice el responsable de patrimonio de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Félix Villares, que indica que ya no existe el más mínimo riesgo dentro del tempo. La actuación superó en total los 30.000 euros y se financió con fondos del propio Obispado, que aportó una cantidad de 19.000 euros de los 20.500 que costaba la actuación urgente en el presbiterio, y donaciones de empresas de la zona y de los feligreses.

"Nos dijeron que la obra en la sacristía no era urgente, aunque sí preferible, y decidieron asumirla los vecinos", indica Patiño, que asegura que por mayoría una pequeña comisión parroquial decidió apostar por hacer toda la obra, que ejecutaron entre las empresas Valdomero y Gelucho.

"Las obras salían en unos 10.000 euros y una empresa local aportó 1.000, familiares de un vecino otros 1.000 y había 2.000 recaudados de pedir los domingos en misa, así que se podía reducir algo la cuota por vecino, pero una vez finalizadas las obras de restauración y reconstrucción vimos que había que pintar el interior de la iglesia y decidimos recubrir las paredes de madera para dar un aspecto más recogedor, algo que salió por otros 5.000 euros", explica Rodríguez Patiño, que también destaca que se pusieron unos diez apliques típicos para completar la reforma interior.

"Esperemos que a todos les guste", dice el párroco, que muestra su entusiasmo por conseguir una nueva vida para la iglesia.

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