Definido por el expresidente del Salon dAutomne de París y crítico de arte, Noël Coret, como un enfant terrible por su espíritu rebelde y revolucionario, el escultor sarriano José Díaz Fuentes, Hijo Predilecto del municipio, se caracterizó por una búsqueda permanente de la innovación artística, de la que dejó un nutrido grupo de ejemplos en lugares públicos de su localidad natal.
Siete años después de su fallecimiento, su memoria sigue viva en quienes le conocieron, a través de sus obras y en su gran legado: una exposición de arte internacional que comenzó de la mano del Salón de Otoño y que hoy continúa convertida en Bienal de Sarria.
Por el camino se quedó otro de sus principales anhelos, el Centro Unesco de la villa, mientras que el gran anfiteatro ideado en su mente para el Camino de Santiago permanece inconcluso.
Las inquietudes culturales de Díaz Fuentes se plasmaron también en la fundación en 2007 del Centro Unesco de Sarria
Nacido en Sarria en el año 1940, la vocación artística surgió en Díaz Fuentes siendo un niño. "Desde mi infancia sentí la necesidad de prolongar mi mano con una herramienta para satisfacer mi ansia de horadar en un trozo de materia, que fuera piedra o madera", dejó escrito.
Siempre con una navaja en el bolsillo dispuesto para la talla, comenzó a formarse a los 13 años con un artesano de Sarria y, a los 17, se marchó a Santiago de Compostela para entrar en el taller del escultor Castor Atas Monteiro. Tras pasar por la Escuela Superior de Bellas Artes de Barcelona y la Escuela de San Fernando de Madrid, en 1970 se asentó en París, donde fijaría su residencia para el resto de sus días, pero sin perder nunca la vinculación con Sarria.
PREMIOS. En la capital francesa entró en contacto con el escultor húngaro Patkai y fraguó una trayectoria llena de exposiciones y reconocimientos, entre los que figura la medalla de bronce de la Academia Europea de Bellas Artes y la de plata en la especialidad de Arte, Mérito y Dedicación del Senado francés.
Su trabajo puede verse en numerosos lugares de Francia y Galicia, entre los que no podía faltar Sarria. La gran mano que luce en la sociedad La Unión, como símbolo de la apertura de esta entidad, es obra de Díaz Fuentes, como también lo son las esculturas del parque de O Mazadoiro y del área de descanso de la carretera LU-546 en Callás. De igual modo, diseñó las barandillas del paseo del Malecón, así como los mosaicos de la calle José Antonio y una obra para la urbanización de A Pontevella.
En la casa de la cultura puede verse otra de sus creaciones, La nave de Mercurio, fruto de una donación realizada por su viuda. El conjunto de estos trabajos, previo acondicionamiento y limpieza, bien podría conformar una ruta artística para acercar tanto a escolares como a vecinos y visitantes la herencia del gran escultor.
El interés de Díaz Fuentes por el Camino Francés le llevó a proyectar un gran anfiteatro para ubicar en algún punto de la ruta jacobea
CAMINO DE SANTIAGO. El Camino de Santiago fue otro de los ejes de su actividad. "Auténtico valedor do xesto da hospitalidade e dos valores da interculturalidade que a secular vía das peregrinacións representa, foi pioneiro no actuar e na loita a prol da dignificación do feito xacobeo", señala el excronista, Xaime Félix López.
El interés de Díaz Fuentes por el Camino Francés le llevó a proyectar un gran anfiteatro para ubicar en algún punto de la ruta jacobea y para el cual diseñó 39 figuras de gran tamaño y con oquedades, cuya función era ejercer de fondo de escenario y actuar como caja de resonancia. Gran parte de estas esculturas fueron elaboradas durante un taller con reclusos que el sarriano puso en marcha en la prisión de Monterroso, por el cual recibió a título póstumo la medalla de plata al mérito social penitenciario. Desde el año 2013, varias de esas figuras se encuentran instaladas en el parque de As Insuas, donde comenzaron a dar forma a un anfiteatro, cuyo uso y continuación siguen pendientes.
Las inquietudes culturales de Díaz Fuentes se plasmaron también en la fundación en 2007 del Centro Unesco de Sarria, uno de sus proyectos más queridos, pero cuya actividad fue residual tras su fallecimiento.
Sí pervivió con éxito, gracias al empeño de familiares y amigos, la exposición de arte que el escultor inició en el año 2005 y que supuso todo un hito en la historia del Salon dAutomne parisino, ya que representó la reapertura internacional en las actividades de esta prestigiosa y centenaria entidad.
Tras varias ediciones como Salón de Otoño, hoy la muestra vuela libre, convertida en Bienal de Arte de Sarria, que volverá a abrir sus puertas el próximo verano, cumpliendo así con el deseo de José Díaz Fuentes de "desarrollar la cultura" en su localidad natal.
