Tras la problemática surgida entre los promotores del campamento desarrollado en la aldea etnográfica de Muras y el alcalde, Issam Alnagm, los responsables de esta actividad estival decidieron ayer desalojar las instalaciones de Carelle Grande, y lo hicieron bajo la supervisión de la Guardia Civil.
«Los llamamos para dejar constancia de que todo queda en orden y en buen estado, para que no nos puedan reclamar nada», explicaba el empresario Jorge López, mientras recogía las últimas cosas antes de trasladarse a la casa rural de A Pena, en Candamil (Xermade), con los siete chicos que disfrutan esta semana del campamento.
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