''La gente retrasa el testamento porque lo asocia a la muerte''

Montserrat Trigo Mayor, en su oficina de Castro. JOSÉ ÁNGEL DÍAZ
photo_camera Montserrat Trigo Mayor, en su oficina de Castro. JOSÉ ÁNGEL DÍAZ

NOSTÁLGICA y emocionada por una despedida voluntaria después de casi siete años de trabajo en Castro de Ribeiras de Lea, a cuya notaría llegó procente de Quiroga a finales del 2004, Montserrat Trigo Mayor, abandonó la pasada semana este destino para mudarse a la capital lucense, donde ya ha iniciado su nueva andadura profesional en la notaría sita en el número 3 de la Rúa do Teatro.

¿Qué balance hace de su periplo profesional en la notaría radicada en Castro de Ribeiras de Lea?
Han sido unos años magníficos durante los que he podido disfrutar mucho tanto del trabajo como de los compañeros de la oficina, clientes y vecinos del pueblo, porque aquí nos conocemos todos y hay un trato muy familiar.

¿Qué razones le han llevado a solicitar su traslado a Lugo?
La principal, por no decir la única razón, es que yo tengo fijada mi residencia en Lugo, donde tambíen está mi familia, mis hijos... Y siempre queremos estar cuanto más cerca de casa mejor, porque eso es mayor bienestar.

¿Aprecia en Terra Chá características específicas singulares?
Diría que la actividad de esta oficina es más o menos similar a la de cualquier otra notaría, con la salvedad de que aquí, por motivos obvios, prima más la casuística rústica que los expedientes de carácter urbano.

¿Y existe volumen de trabajo para justificar estas plazas de notaría?
Aunque parezca mentira, la notaría de Castro sí tiene mucha actividad. De hecho registramos más de mil números al año, una cifra que se sitúa en torno a 4.000 en cualquier notaría de Lugo.

¿Y cree necesario estos servicios en municipios como Castro de Rei?
La notaría es un servicio y no podemos privar a las poblaciones más pequeñas de todos los servicios. Aun así, creo que sería buena una reorganización de las plazas de notaría, que las hay en Quiroga, Friol, A Pontenova...

¿La crisis se ha dejado notar tambíen en este sector?
Sin duda alguna que sí, pues la crisis y, sobre todo, el parón de la construcción han tenido una repercusión directa en la actividad de los notarios, que vimos reducida nuestra carga de trabajo.

¿Pero están en crisis los notarios?
[Sonríe] Eso depende de las aspiraciones de cada profesional.

Divorcios, herencias... ¿Afronta situaciones muy incómodas?
No es lo habitual, porque la gente viene aquí con todo muy clarito.

¿También a la hora de testar?
También, aunque como hacer testamento se asocia a la muerte, la gente lo retrasa hasta más allá de los 60 años.

Y en los matrimonios, ¿es habitual la separación de bienes?
Aún no, aunque soy de las que pienso que lo afectivo no tiene nada que ver con lo económico, ya que son parcelas distintas.

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