La ganadería Casa Vidal de Guitiriz embotella y comercializa su leche

José Díaz inició en abril este proyecto, con el que cumple "unha ilusión que tiven sempre". Envasa unos 250 litros al día y tiene once puntos de venta y cerca de un centenar de clientes
Alicia y José embotellando leche
photo_camera Alicia y José embotellando leche

"De momento vai moi ben, toda a xente que o proba repite, sobre todo aquí en Guitiriz", dice un sonriente José Díaz Ansede, un ganadero del barrio guitiricense de Arxá que está viendo cumplida "unha ilusión que tiven sempre": envasar y vender su propia leche, etiquetada como Lácteos Casa Vidal. La difícil situación del sector lo llevó, a sus 55 años, a dar un paso adelante y apostar por la comercialización directa, "porque co tempo estaría condenado a pechar e eu non me quería ir de aquí, levo coas vacas dende pequeno, o meu foi sempre isto", resume.

Por eso, hace aproximadamente un año empezó a reformar "pouco a pouco" las instalaciones que ya tenía, adecuándolas para albergar una pequeña planta de embotellado. Lo hizo casi todo él, para reducir costes. Aun así, dice que la inversión fue considerable, "pero asumible", sobre todo una vez que está viendo su objetivo cumplido: envasa y reparte su leche desde principios de abril, para lo que contrató a Alicia López Díaz, que le ayuda en todo el proceso, y sus clientes van en aumento.

Envasan bajo pedido, entre 200 y 250 litros diarios, lo que supone alrededor de la mitad de su producción —el resto se lo recoge una empresa láctea—, y suman cerca de un centenar de clientes repartidos por la comarca chairega, Rábade, Curtis, Aranga o Betanzos, a los que entrega directamente su producto, principalmente bares y restaurantes, y más de una decena de puntos de venta donde los particulares pueden adquirir su leche, que se dispensa en botellas desechables de uno o dos litros.

"Vendémolo a 95 céntimos na botella de litro e un pouco máis barato, a 90 o litro, se compras a de dous", explica José Díaz, que dice que sus clientes ven este precio asumible "pola calidade do produto. Haino máis barato, pero non é o mesmo", dice.

José incide en que su alrededor de medio centenar de vacas de raza frisona tienen una alimentación natural y pasan el mayor tiempo posible en los prados, lo que contribuye a reducir el estrés de los animales. "Non é produción ecolóxica, porque non temos o selo, pero as prácticas son similares", apunta.

Sus reses se alimentan a base de hierba seca o verde y pasto cuidado con abonos naturales, y un pienso elaborado a base de semillas de lino y aceites vegetales —"para que o leite teña unha boa densidade e sexa máis rico en Omega 3 e máis baixo en ácidos graxos saturados"—, sin que consuman apenas silo. Esto se traduce en unas medias de 3,20 a 3,40 en la proteína y de 3,50 a 3,70 en la grasa, cifra.

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