La gallega asesinada en Venezuela por un atracador era natural de O Saviñao

La gallega asesinada el pasado 26 de noviembre en Caracas (Venezuela) por un atracador cuando intentaba asaltar su casa es de O Saviñao. La fallecida, María Sara Losada, de 78 años de edad, nació en Outeiro, en la Casa Abel de Vilasante, en Escairón, donde viven tres de sus hermanos. La familia es conocida por dedicarse a criar ganado y por regentar un sobrino la inmobiliaria Suso. En total eran ocho hermanos, de los que cuatro emigraron a Venezuela a finales de la década de los cincuenta. María Sara era la cuarta en edad.

Víctor, uno de los hermanos, tiene una pequeña explotación en la casa familiar de Outeiro, y lamentaba que poco antes del suceso habló con Sara por teléfono. "Casi tódolos días falabamos e resulta que despois, de madrugada, foi cando a asaltaron", señaló. Víctor contó que, según le explicaron otros dos hermanos que están en Caracas, ocurrió a eso de las seis de la mañana, cuando María Sara sacó a la calle a una perrita. "Cando a viu un asaltante, xa detido, botouse a ela, clavoulle un coitelo no pescozo e entrou a roubarlle á casa. Vivía ó lado dun hotel que lle deixara outra irmá".

La fallecida regentaba el establecimiento, sobre el que también tiene una docena de pisos, con ayuda de algunos sobrinos. Ella no tenía descendencia y se había casado dos veces. La primera fue con un monfortino muy conocido en la ciudad del Cabe por dedicarse su familia a la venta de materiales de construcción.

Víctor comentó que la desgracia afectó hace unos años a otra hermana, concretamente a Pilar, también residente en Caracas y dueña del hotel. "A Pilar, tamén falecida, morréranlle os dous fillos. Un tiña nove anos e atropelouno un coche e outro, de 30 anos, morreu queimado nos motores da cámara frigorífica do hotel ó esvarar", dijo.

María Sara y Pilar fueron las primeras de la familia que emigraron a buscarse la vida en Venezuela, allá por 1958, con unos 20 años. Posteriormente lo hicieron otros dos hermanos, Amadeo y Erundina, mientras que otros cuatro hermanos se quedaron en Escairón. Víctor recuerda que ayudaban a la familia y que comenzaron a trabajar en lo que les salía hasta que consiguieron cierto capital. Sara volvía a O Saviñao de vez en cuando. La última vez lo hizo cuando murió su madre hace unos 20 años.

Víctor y sus hermanos no irán al entierro de Sara, que será en Caracas, pero esperan ir en breve y celebrar una misa en Escairón.

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