''La gaita me dio más cosas que la satisfacción de tocar''

Daniel Rodríguez Saavedra. Exprofesor de gaita / 65 años

Está jubilado y se ganó la vida como empleado de la banca, pero siempre llevó consigo una compañera que estuvo a su lado durante toda su vida: la gaita. Ella lo acompañó cuando tocó el turno de emigrar y marchar lejos de su Ribadeo natal, con destino a Suiza. También hizo de 'casamentera' con Geni, su mujer, otra joven que siempre permaneció muy cerca de él. «Follas Novas fue una asociación que se creó en Ribadeo para darle salida a la tradición cultural gallega. Allí comencé a tocar con doce o trece años», explica el exprofesor. «También había un grupo de baile tradicional. En él estaba Geni, mi mujer. Gracias a eso nos conocimos, en caso contrario iba a ser complicado hablar con ella. Siempre fui muy tímido», confiesa abiertamente.

Una característica de la gente introvertida es decantarse por un medio que le permita expresar lo que no puede decir de forma directa. En el caso de Daniel, su

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