La flota burelesa encara con incertidumbre el próximo comienzo de la costera del bonito, una campaña que acostumbra a dar sorpresas al sector pesquero, según advierte el gerente de Armadores de Burela (Absa), Miguel Neira, aunque la esperanza es que esta pesquería de carácter estacional discurra sin mayores contratiempos y sea positiva.
El deseo de Neira es el de toda la flota, aunque habrá que esperar a los primeros compases para efectuar un primer anticipo de los posibles resultados. El objetivo es conseguir descargas entre las 1.600 y las 1.800 toneladas, así como un precio medio que permita hacer rentable la pesquería.
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