La feria del butelo de A Fonsagrada mantuvo intacto su tirón a pesar de la crisis al echar ayer el cierre con cerca de 10.000 kilos vendidos, según los organizadores, una cantidad similar a la comercializada en las anteriores ediciones del evento gastronómico, celebradas bajo coyunturas económicas mucho más favorables.
La de ayer fue una jornada muy concurrida, con público llegado de otras provincias gallegas y de comunidades limítrofes que no se amilanó por las bajas temperaturas reinantes en la zona, que provocaron heladas a primera hora de la mañana.
Desde la apertura de la carpa en la que se instalaron los más de 60 expositores, sobre las diez de la mañana, el trasiego de visitantes en el recinto ferial fue continuo, con un repunte hacia al mediodía.
Al igual que en la jornada del sábado, ayer se demandaron especialmente los butelos y también otros derivados cárnicos, que tradicionalmente son los grandes reclamos de esta feria, pero también se registraron buenas ventas en los restantes expositores de alimentación -que comercializaron desde postres artesanos y quesos hasta miel y licores- y en los puestos habilitados por distintos artesanos.
En el museo etnográfico comarcal, situado justo al lado de la carpa, también se sintió el poder de convocatoria de la feria gastronómica, al registrar numerosas visitas.
Al término de la jornada, el alcalde de A Fonsagrada, el socialista Argelio Fernández Queipo, hizo un balance muy positivo de los dos días de feria, al entender que el evento sale reforzado por no resentirse a pesar de la crisis económica.
Un producto afianzado
«O que se demostrou estes días é que o butelo é un produto perfectamente afianzado», resaltó con orgullo el regidor, quien agradeció el trabajo de todas las personas que colaboraron en la organización de la cita y que contribuyeron a que durante los dos días no se registrase ninguna incidencia de importancia.
Tras mostrar su satisfacción por que se mantuviese el nivel de ventas, resaltó también los beneficios de esta convocatoria para la hostelería, tras lo que auguró un futuro «exitoso» para la feria del butelo, ante la buena respuesta del público.
