La felicidad de Somoza

El empresario lucense Luis Fernández Somoza, que fue primer accionista de Azkar, recibió ayer en Santiago el premio Familia Empresaria de Galicia. «La lucha da la felicidad», aseguró en unas declaraciones hechas desde la experiencia vital, no desde un manual de buenos consejos. Es la voz del luchador que logra el éxito. Somoza testimonia que es la apuesta por pelear y esforzarse «para ganar las cosas» el camino para la felicidad. Otros dirán que es la satisfacción del deber cumplido. Formuló también una reivindicación importante en estos momentos para este país: hay que admitir el error y el fracaso como fuente de aprendizaje, como vía hacia el éxito, y«sin echar la culpa a nadie». Somoza es un referente de emprendedor y de mensajes positivos desde la propia expriencia. Un empresario orgulloso de ser gallego, por «la humildad» y «por saber preguntar».

Un feo desagradable

El alcalde de Becerreá, al final, le ha hecho un feo a Teresa Romero. Culpa de «la afrenta» al PP y al BNG. Alguna responsabilidad habrá en la táctica o formas seguidas. Eso manifiesta la oposición del PP y del BNG. Las prisas por anunciar y el no haber contado con los otros grupos para formular la propuesta del nombramiento de Teresa Romero como hija adoptiva de Becerreá supone que no se cumplen los requisitos de votos necesarios para ser nombrada. Es una «afrenta» y una expresión de las miserias de la política. Los otros dos grupos, PP y BNG, optaron por abstenerse y el grupo del alcalde se quedó solo. Pero no era suficiente. Teresa Romero no merecía ese feo. Es una lamentable consecuencia de la permanente negativa a entenderse hasta para honrar a una persona. Estropean incluso un gesto humano y cívico hacia una persona.

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