La reproducción y el diseño de barcos es la afición del celeirense Severino Balseiro, quien dedica sus horas de ocio y disfrute a la creación de embarcaciones a escala, que cuentan con todo lujo de detalles y navegan en las exhibiciones a las que acude.
El celeirense Severino Balseiro Pardo retomó su afición por la fabricación de maquetas de barcos en 2003. La carpintería siempre le gustó. Ya de niño acudía a un taller que funcionaba en la explanada de Lavandeiras, en Celeiro, para hacer espadas y corazones. Con la juventud dio el salto al mar, en el que trabajó hasta los 22 años, embarcado en un bonitero.
Hasta entonces, hizo barcos con troncos, mientras que ahora emplea metal o acero inoxidable, materiales que combina con la madera, que puede ser roble o sapely, «porque o tempo de facelao é o mesmo e non as come a polilla». Lo más utilizado es el metal, porque «é mellor de traballar». Ya acumula 13 maquetas, una parte diseñadas por él mismo.
Con la Asociación de Modelistas Navais de Galicia (Amonaga) participa en exhibiciones de navegación en estanques públicos de Ferrol, A Coruña o Vigo. A veces lleva los barcos al mar, junto a la cofradía de Celeiro, pero sus compañeros «non queren, porque se estragan». Tras esas singladuras no le queda más remedio que lavarlos bien con agua dulce para quitarles todo el salitre.
