La familia de un preso de Bonxe que falleció denuncia que no lo asistieron

Las hermanas del fallecido, Vanesa, Mercedes y Susana Pena, con la fotocopia del DNI de su hermano (Foto: EP)
photo_camera Las hermanas del fallecido, Vanesa, Mercedes y Susana Pena, con la fotocopia del DNI de su hermano (Foto: EP)

La familia de un interno de Bonxe que falleció de enfermedad durante un permiso denuncia que el médico del centro penitenciario no le prestó asistencia y pide que se depuren responsabilidades por su muerte.

Tal y como explican los familiares en la denuncia -presentada el pasado miércoles ante la Guardia Civil de Lugo-, el día 20 de julio de 2011, Emilio Antonio Pena Luaces, de 33 años, se encontró mal y acudió al médico del centro, que le diagnosticó una gastroenteritis y lo puso a dieta.

Como el interno se encontraba cada vez peor, ya que tenía un fuerte dolor de barriga y no paraba de vomitar, una semana más tarde acudió nuevamente al facultativo y le pidió que lo volviera a mirar, «pero el médico le dijo que no tenía tiempo porque era muy tarde y que tomara más suero», afirman.

Ese mismo día, el hombre salió de la prisión para disfrutar de un permiso de tres días y se fue a casa de su madre, donde explicó a sus familiares que llevaba días muy enfermo. «Lo vimos tan mal», explica su hermana Susana, «que llamamos al 061 y la ambulancia decidió trasladarlo de inmediato a Urgencias». Emilio Antonio Pena llegó al hospital con insuficiencia respiratoria y pancreatitis aguda, por lo que ingresó en la Uci, donde murió el 3 de agosto.

Las hermanas del fallecido, Susana, Mercedes y Vanesa Pena, aseguran que la asistencia que tuvo su hermano en Bonxe siempre fue deficiente. «No le daban la medicación para la diabetes y en un informe que le dieron le diagnosticaban un cáncer de pulmón que no tenía. Además, en el informe del Hula figura que padecía hepatitis, cuando en el centro nunca se lo detectaron y estaba en contacto con los demás enfermos», dicen.

Director

Por su parte, el director del centro penitenciario de Bonxe, Modesto Gutiérrez, explicó ayer que Emilio Antonio Pena era una persona toxicómana «que no se cuidaba y no hacía caso a las indicaciones médicas».

Gutiérrez asegura que el interno fue atendido correctamente por los servicios médicos del centro, «que estaban muy pendientes de él». Según afirma, el hombre tuvo una gastroenteritis y salió del centro «en buenas condiciones», concluyó.

SU HERMANA
«El que se equivocó que lo pague, como tuvo que hacer él»

Una de las hermanas del fallecido, Susana Pena Luaces, reconoció ayer que su hermano eligió un camino equivocado en la vida, «y lo pagó bien caro; así que ahora, el que se equivocó que lo pague, como tuvo que hacer él», dijo.

Dos niños huérfanos

La familia de Emilio Antonio Pena se siente además totalmente «desamparada» ya que, según afirma, el Gobierno autonómico les denegó la pensión de orfandad a los dos hijos del fallecido, menores de edad. «La madre de los pequeños los abandonó unos meses antes de morir mi hermano y ahora viven con mi madre, que tiene pocos recursos, pero la Xunta les denegó la pensión de orfandad porque mi hermano no cotizó el tiempo suficiente. No hay derecho, ¡si hasta a los maltratadores les pagan la pensión de viudedad!», lamenta Susana.

A las puertas de la libertad

La fatalidad quiso que la muerte de Emilio Antonio Pena -que llevaba cuatro años en prisión por robo y lesiones- se produjera cuando le faltaban apenas cinco meses para salir en libertad. «Sacó el carné en la cárcel y le habíamos comprado un pequeño coche», apuntó Susana, «pero ya no llegó a verlo».

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