La familia de la duquesa de Alba, al completo en Dueñas

El confesor de la duquesa de Alba, el sacerdote Ignacio Sánchez-Dalp, ha llegado al palacio de las Dueñas donde la aristócrata se encuentra desde anoche, una vez que la familia decidió que saliera de la clínica privada donde permanecía en la UCI.

También poco después de las once de la mañana ha llegado en coche Jacobo Martínez de Irujo, conde de Siruela, acompañado de su esposa Inka Martí, con lo que ya son los seis hijos de Cayetana los que la acompañan además de su esposo Alfonso Díez.

La visita del sacerdote se esperaba porque además de confesor y amigo de la duquesa ejerce como capellán de la Casa de Alba en Sevilla.

Antes de la llegada de Jacobo entró en el palacio de las Dueñas una furgoneta con varias botellas de oxígeno, y a la casa también ha sido trasladado material médico de la Clínica Quirón Sagrado Corazón.

En este centro fue ingresada la duquesa el pasado domingo aquejada de una neumonía que le causó una pequeña arritmia cardiaca y que sufrió inmediatamente después de haber padecido una gastroenteritis, un cuadro que provocó su traslado a la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica sevillana.

Desde anoche, la duquesa de Alba permanece en el Palacio de las Dueñas, su residencia sevillana. Su hijo Jacobo, con residencia habitual en Gerona, era el único de los seis hijos de la duquesa que aún no había llegado al palacio sevillano, cuyos jardines ofrecen hoy el aspecto de todos los días, con un jardinero barriendo la hojarasca, y en el que se percibe la presencia de media docena de vehículos. El resto de la familia se halla desde anoche en la casa.

Los serios semblantes durante los traslados, primero al hospital y luego, al domicilio, dejaban entrever la cruda realidad: el estado de salud de Cayetana es grave, tal y como reconocía su primogénito ante los micrófonos.

Hoy, en la puerta principal del palacio hacen guardia desde primera hora una treintena de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión, así como una patrulla de motoristas de la policía local.

Un camión municipal llegó poco antes de las 9:00 de mañana, entró en el palacio y depositó en los jardines un cargamento de vallas, probablemente para ordenar el espacio anterior a la fachada principal del palacio porque a medida que transcurra la jornada se congregarán más informadores y curiosos.

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