La fama tiene un precio

La pareja de moda, en el cine.
photo_camera La pareja de moda, en el cine.

RECONOZCO ABIERTAMENTE que no me ha hecho pizca de gracia la película ‘Ocho apellidos vascos’, aunque sí he esbozado alguna semisonrisa en algún momento de una cinta llena de esteriotipos y de gracejos más que conocidos por los numerosos chistes que desde siempre hubo tanto de andaluces como de vascos. Lamento ser uno de los pocos españoles que en el cine no se ha meado de la risa con Dani Rovira y Clara Lago y pido disculpas por poner cara de indignación al ver a los de la misma fila agarrándose la barriga con motivo de un ataque de risa. «Es que tu venías predispuesto», «tu sentido del humor es muy especial», me soltó más de uno. Mi respuesta es no a la primera afirmación y sí a la segunda, aunque con matices, pues a lo peor los especiales son ellos.

Pero aquí quien manda es la colectividad y millones de personas han llenado las salas de cine y convertido esta película en la más taquillera de la historia del cine español. ‘Ocho apellidos vascos’ acumula más de 52 millones de euros, frente a los 77 millones que sumó ‘Avatar’, y ha sido vista por 8,8 millones de espectadores, con lo que está muy cerca de los nueve millones de personas que vieron la película de ciencia ficción de James Cameron.

Este fenómeno de masas cogió por sorpresa a todos, director, productores y actores. Quién le iba decir a Clara Lago y a Dani Rovira, la pareja protagonista, que iban a alcanzar la fama de una forma meteórica. Sí, ha sido casi un milagro y ahora hay que vivir con un famoseo que, como se decía en la película del mismo nombre del año 1979 dirigida por Alan Parker, cuesta.

Clara Lago está desbordada por el seguimiento que hacen de sus pasos las revistas y los espacios televisivos del corazón. Busca paz y también cobijo durante al menos unos días y qué mejor lugar donde hallar esa ansiada tranquilidad que la Ribeira Sacra, en la casa que sus padres tienen en el municipio de Sober.

Desde su éxito se ha dejado ver por Sober y Monforte un par de veces. Una de ellas acudió a los cines de la ciudad del Cabe con su familia para ver su película y no quiso perderse la oportunidad de probar la buena carne que se ofrece en el restaurante J.M.

La segunda ocasión que se dio una vuelta por estas tierras fue el pasado fin de semana, con su compañero de reparto Dani Rovira, con quien, dice la prensa del corazón, mantiene una relación sentimental.

La pareja estuvo en un gran supermercado de Monforte, donde, según me comentaron, muchos se querían hacer fotos con ellos, pero la pareja se negó.

La única instantánea que pudimos ver fue una en Facebook en la que aparecen con unos jóvenes de Sober vistiendo una camiseta de promoción de la fiesta de los molinos que tendrá lugar el próximo fin de semana en Xabrega, un lugar de Anllo San Martiño. Sabemos por la familia de Clara Lago que la pareja venía buscando tranquilidad, como antaño hacía el jugador de baloncesto Pau Gasol y su novia, cuando acudían de vez en cuando a la casa de los abuelos de la joven que se encuentra situada en un pequeño pueblo de la montaña del Lor, en Quiroga.

Pero la fama cuesta, tiene un precio, y ese no es otro que la gente se quiera hacer fotos contigo o que los medios de comunicación den cuenta de tu estancia, sin atosigamientos, como fue el caso, aunque haya personas cercanas a los actores que no entiendan el trabajo que hacemos los periodistas y sí solo el relacionado con el mundo del cine.

A los actores de moda les aconsejaría que hagan como la popular periodista Julia Otero, quien no tiene problema alguno de pasear por Monforte como una vecina más, que lo es, saludar a quien la saluda o agradecer los piropos que le echan por su trabajo en Onda Cero.

Sí, la fama cuesta, si no se sabe llevar y sí, la fama es poco más que flor de un día en la mayoría de los casos.

El Centro do Viño o cuando las cosas se hacen bien

Coincido con el alcalde de Monforte, Severino Rodríguez Díaz, en que los resultados del primer año de gestión del Centro do Viño por parte de la empresa Rutas Sacras Nomar hay que calificarlos de muy satisfactorios. Su buen hacer ha propiciado que el centro sacase al mercado 10.170 botellas de vino de la denominación de origen Ribeira Sacra y 880, de licores y otros productos, además de atender 12.052 consultas turísticas.

Otro punto fuerte fue la organización de una quincena de actividades de carácter cultural, algo más de una por mes, llenado de contenidos las céntricas instalaciones ubicadas en la antigua casa consistorial de Monforte.

Detrás de este constatable buen hacer está José Ramón Martínez Mareque, conocido por sus habilidades gestoras, quien cuenta con el apoyo en el intenso trabajo durante los último doce meses de una gran especialista en comunicación, la conocida periodista monfortina Manola Porto.

Por si el caso Aqualia fuese poco ahora salta otro con FCC

Estos políticos no nos dejan respirar ni un segundo. Al caso Aqualia, el de supuestos incumplimientos del contrato que se le adjudicó hace once años para gestionar la traída de agua y el saneamiento de Monforte, se suma ahora la empresa de la limpieza, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), pues el partido socialista ha denunciado que no cumple en el medio rural, porque no acude a retirar la basura una vez a la semana y los contenedores que tiene colocados en las parroquias son más antiguos que el esqueleto de un dinosaurio.

No me extrañaría que se llegase a formalizar otra comisión municipal de investigación para aclarar, como en el caso de Aqualia, el grado de cumplimiento del contrato de la limpieza. Lo sabremos de aquí en poco tiempo, pues a excepción de lo que pasa en la mayoría de las instituciones públicas, la vida política en Monforte no se detiene en agosto con motivo de las vacaciones, sobre todo al ser un mes muy mediático por la gran cantidad de retornados.

(Publicado en la edición impresa el 28 de junio de 2014)

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