El regidor vivariense no dejaba indiferente a nadie, para bien o para mal. Sus ideas, enraizadas, despertaban odios y amores a partes iguales. Entre quienes le tuvieron como amigo está el ceramista Alfonso Otero Regal, quien señalaba que esa amistad se disipó tras llegar Melchor Roel a la alcaldía.
El empresario recordaba ayer una anécdota que refleja a la perfección el carácter del regidor. Recientemente tuvieron una entrevista, ya con la enfermedad avanzada, durante la que Roel abrió ante él una carta de una empresa de espectáculos musicales que trabaja con el Concello, que enviaba una felicitación navideña y un décimo de lotería. El alcalde, sorprendido al verlo, lo rompió y tiró a la papelera. Otero añade que muchos regalos que recibía los donaba al asilo.
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