Si el ministro de Industria visita Alcoa, como de alguna forma se ha anunciado, cabe sospechar que traerá una respuesta positiva para la empresa, los trabajadores y toda la comarca de A Mariña.La comarca no puede sumar más problemas de empleo, de los que ya ha habido, en esta profunda y larga recesión. La alarma por el futuro de Alcoa es una oportunidad para situar como prioridad la atracción de inversiones industriales para la costa de Lugo. Un objetivo que exige coordinación, sin planteamientos partidistas, entre las diferentes administraciones y las organizaciones sociales. Los múltiples planes estratégicos ampliamente publicitados para la provincia de Lugo deben dar paso a planteamientos profesionales reales y rigurosos. La costa lucense, que hasta tiene la autoridad portuaria en Ferrol y ésta se olvida de Lugo para invertir, ha de ser la zona dinámica y de atracción de población de Lugo. Claro que para ello será necesario que desde las administraciones públicas se produzca un ritmo diferente al que lleva, con unos y otros y que nadie se ponga condecoraciones, la realización de infraestructuras básicas para activar la comarca. Algunos ejemplos pueden ser la autovía del Cantábrico, el corredor de la costa, el ferrocarril como instrumento económico, las inversiones en puertos, el mar como recurso económico, unas opciones definidas en materia de turismo que supongan apoyo e inversión pública en las direcciones definidas.
Populismo
El espectáculo de la dimisión y despedida del alcalde de Ourense, detenido en la operación Pokemon, fue populismo en su expresión más negativa. Hay que respetar a quien se va en circunstancias forzadas. Pero hay que saber irse.
