La Escuela Gallega de Surf, un mar de sensaciones

El centro brinda en la playa de Esteiro experiencias adaptadas y saludables ► Las actividades son abiertas a distintas edades e incluso admiten personas con discapacidad
Catalina y Nacho, junto a su furgoneta y tablas, en Esteiro
photo_camera Catalina y Nacho, junto a su furgoneta y tablas, en Esteiro

La Escuela Gallega de Surf, con base en Esteiro (Xove), permite conectar con la naturaleza, la música y la comida saludable al pie del mar. Tras incorporar el surf skate abre la inscripción para cursos de iniciación y perfeccionamiento a través de su Facebook, Instagram o en el 627.97.96.38, además de incluir la playa en la rutas de surferos de todo el mundo. El arenal es una referencia de este deporte desde que hace doce años el australiano Kelly Radcliff y el vivariense Nacho Fernández Lage fundasen la escuela, que ahora dirige este último junto a Catalina Quintana Tuestain.

Ambos se muestran orgullosos de la cantera formada en su escuela, de la que germinaron otras dos escuelas en Viveiro. "Cuando empezamos no venía gente del pueblo, pero los que practican y enseñan hoy surf fueron alumnos o monitores con nosotros".

La temperatura del agua, que ahora es más templada, aparte de registrarse menos lluvias y un clima más benigno, se ha aliado con este deporte, pero también evidencia las consecuencias del cambio climático, según Catalina, quien asegura que desde la escuela intentan contribuir al cuidado del entorno y al conocimiento de un mar, que les ha brindado múltiples experiencias con niños y adultos, pues su práctica es posible desde los 4 hasta los 70 años.

Su concepto del surf abarca asimismo viajar por el mundo en busca de "olas de calidad, de esas que te llevan a un estado de comunión con la naturaleza, de plenitud". Durante ese periplo por medio mundo han ayudado a niños desfavorecidos. Ahora apoyan a un orfanato de Senegal, ubicado en el pueblo de Oussouye, donde la asociación Baolar pretende crear una guardería para cien niños y evitar que las madres tengan que cargar con los pequeños a sus espaldas mientras cultivan el arroz. Las personas interesadas en colaborar pueden dirigirse a la escuela o a la asociación.

Nacho y Catalina viajan por medio mundo en busca de "olas de calidad, que te llevan a un estado de comunión con la naturaleza"

TORNEO. La Escuela Gallega de Surf prepara además para el próximo mes de junio un campeonato con premios en metálico y que contará con renombrados surferos como Aitor Francesena, Gallo –un ejemplo de superación y campeón del mundo 2016 en surf adaptado–, que dará una charla o el farmacéutico y surfista Pablo Montero, de A Coruña, que mostrará olas de clase mundial con vídeos de sus viajes.

Los asistentes podrán conocer de primera mano sus sensaciones y vivencias, además de disfrutar con sus habilidades técnicas en el incomparable entorno de la playa de Esteiro. El torneo nace por la demanda de la ya gran cantera de aficionados al surf surgida a partir de la escuela, con la que pretenden dejar huella y formar en una vida más sana.

El arenal xovense es hoy de los más activos de la comarca mariñana, pues además del surf, al que la ACD Xove envía muchos niños, dispone de redes para la práctica de voley y recibe a numerosos senderistas de la ruta preparada por el Concello de Xove. El amplio aparcamiento gratuito favorece la afluencia, que creció tras la instalación del chiringuito de estética chill out, cuyo fin es brindar un lugar de reposo a los familiares de los alumnos, así como a cualquier otro visitante. El local, que potencia la comida saludable, sumará noches de música y cine de surf.

La escuela dispone de un local cedido por el Concello para guardar el material y adapta la pedagogía de la clase al tipo de alumno. También admite a personas con discapacidad y a colegios. Las mujeres tienen cada vez más presencia y muchos padres comparten la actividad con sus hijos.

Catalina resalta que el surf resulta terapéutico. Como ejemplo relata que, "por la escuela pasaron personas con traumas acuáticos o depresiones, que gracias a este deporte perdieron diez kilos o superaron sus miedos". Su objetivo último es "que sean felices".

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