En la primavera del año 1996 se constituía mediante escritura pública la Fundación Belarmino Fernández Iglesias, con sede en el pazo Ribas de Rosende, Sober. Su objetivo era el "contribuir a la prosperidad de Galicia y a su desarrollo cultural, teniendo como finalidad la formación cultural de los vecinos de la comarca", según reza en la escritura inicial. Durante los siguientes meses la fundación tomó forma y arrancaron en el pazo los preparativos para dedicar las instalaciones al sector de la hostelería y, en concreto, a la formación de cocineros y personal de sala.
El primer curso de la Escuela de Hostelería Belarmino Fernández Iglesias de Rosende arrancó en septiembre de 1997, hace dos décadas, y en este tiempo pasaron por las aulas de este pazo reconvertido en escuela más de 500 alumnos. Algunos de ellos forman parte en la actualidad de las cocinas de prestigiosos restaurantes de toda la geografía nacional.
El restaurador lucense Héctor López participó este miércoles en una sesión de showcooking en este centro situado en Sober
Sin ir más lejos, cocineros asentados en Monforte como Martín Mantilla (O Grelo), Manuel Fernández (Manuel Bistró), Carlos Javier González (Merenzao) o José G. Camino (Edulis) estuvieron en la Belarmino Fernández. Pero también pasaron por las aulas de Sober numerosos cocineros que en la actualidad forman parte de los equipos de locales como Maruja Limón, de Vigo; el propio Hostal de los Reyes Católicos, de Santiago de Compostela, o de la red de Paradores.
Este miércoles estaba en las instalaciones de Rosende Héctor López, la cabeza visible del restaurante España de Lugo. Su cometido era llevar a cabo un showcooking sobre productos del mar. Al final de la sesión reconocía que la Escuela de Hostelería de Rosende se ha hecho muy importante en el sector y que, por ejemplo, en su restaurante hay profesionales de mucha confianza que han empezado en estas aulas. "Case cada ano recibimos alumnos en prácticas do centro e dende hai dous anos temos unha persoa no noso equipo que se formou inicialmente en Rosende", explicó.
Para López, el gran valor de Rosende es el trabajo con grupos pequeños. "Aquí os alumnos reciben unha formación de base, pero moi importante. Despois de aquí hai moito camiño que percorrer, pero a base é fundamental", dijo. El cocinero también ensalzaba el modelo de trabajo diario de la escuela. "Trabállase coa horta ao lado e en grupos reducidos, así que o alumno que pon interese pode sacarlle moito partido á escola", añadió.
