La carretera Nacional 120 a su paso por la provincia, desde la comarca ourensana de Valdeorras hasta Os Peares, en la confluencia de los ríos Sil y Miño, en total 97 kilómetros de tramo, será atendida por una empresa con sede social en Segovia y que su centro de actuaciones en Galicia está ubicado en la localidad de Palas de Rei, a casi un centenar de kilómetros de la ciudad del Cabe, hasta ahora base de operaciones.
Se trata de la firma Alvac, que se ha hecho con la concesión de esta vía nacional, de la antigua N-120-A a su paso por Lugo, así como de las carreteras N-540 y A-54.
El sindicato UGT dio la voz de alarma el lunes, cuando se enteró de que la empresa contratada mediante concurso por el Ministerio de Fomento despidió a dos de los once empleados con puesto de trabajo en una nave industrial propiedad del propio ministerio que está en el polígono empresarial monfortino de O Reborero.
UGT difundió una circular enviada a todos los trabajadores en la que se explica que el centro «de trabajo del personal se encuentra en Palas de Rei, teniendo todo el personal que desplazarse al mismo por sus medios».
En este escrito se habla de retenes alternativos y de que en caso de que alguien que esté de guardia deberá llevarse el vehículo de la empresa hasta su domicilio para atender las posibles urgencias.
Uno de los empleados afectados indicó que, además de las «draconianas condiciones impuestas, nos han rebajado el sueldo, por no hablar de la concesión en sí misma, pues nos dijeron que es un 30 por ciento a la baja sobre el tipo de licitación a la que salió la concesión», un extremo que este periódico no pudo comprobar. En el último concurso realizado por Fomento para atender la carretera Nacional 120 a su paso por la provincia de Lugo, el precio de licitación había sido de siete millones de euros.
Con todo, se especula con que el servicio de atención que pueda prestar Alvac desde Palas de Rei no sea del todo el adecuado, máxime cuando obligará a los empleados que tiene en Monforte a desplazarse hasta esta localidad.
