"La droga me alejó de toda mi familia"

La biblioteca del instituto Lois Peña Novo de Vilalba se quedó pequeña para albergar una interesante actividad, en la que tres internos del centro penitenciario de Monterroso hablaron sobre el poder destructivo de las drogas ante medio centenar de alumnos.

Cada uno de los ponentes fue relatando sus propias experiencias vitales y advirtiendo de que el consumo de diferentes sustancias fue lo que los llevó a meterse en problemas y acabar en la cárcel, para disgusto de familiares y amigos.

"Empecé con el consumo de heroína a los once años. Siempre me estuve autoengañando y diciendo que iba a dejar las drogas, pero caía preso una y otra vez", contó Marcos, de 33 años, que reconció que llevaba "limpio" un año y ocho meses.

Su vida no fue fácil, como tampoco lo fue la de José María, politoxicómano y con constantes recaídas. Este hombre, de 42 años, reiteró en varias ocasiones a los jóvenes que no probasen bajo ningún concepto ninguna droga. "Es un dulce y podéis caer".

"Todos decimos que por probar no pasa nada, pero al final es casi imposible salir", dijo, mientras recordó que el consumo le llevó "a delinquir" y que en uno de esos atracos murió uno de sus hermanos, una historia que sobrecogió a los asistentes.

También relató su propia experiencia Lorenzo, de 30 años, que comenzó saltándose las clases "y fumando algún porro" y acabó en la cárcel por robar.

"Me junté con gente mayor y fueron empeorando las cosas. Mis padres me dejaron de hablar, la droga me alejó de toda mi familia y ahora, poco a poco, y con esfuerzo, estoy consiguiendo recuperar todo eso que perdí", contó el joven, esperanzado en poder salir de un pozo "del que muy pocos logran escapar".

Esta actividad, que concluyó con un turno de preguntas y cosechó un gran éxito, trató de concienciar a los alumnos de los peligros de las drogas, tal y como destacó la vicedirectora del IES Lois Peña Novo de Vilalba, Alexandra Cabana, quien quiso dar las gracias a los ponentes y al centro penintenciario de Monterroso por hacerlo posible. Sin duda, esos testimonios desgarradores calaron entre los jóvenes.