La directiva del CCU dimitirá para renovar la asociación

Vázquez -en primer plano-, actual presidente del CCU, en la asamblea celebrada en 2008 en la que había salido elegido (Foto: AEP)
photo_camera Vázquez -en primer plano-, actual presidente del CCU, en la asamblea celebrada en 2008 en la que había salido elegido (Foto: AEP)

La directiva del Centro Comercial Urbano (CCU) de Monforte presentará en los próximos días su dimisión para, según indicaron sus miembros, «facilitar la renovación de la asociación, algo que se consigue con la entrada de nuevos asociados en la junta de gobierno de nuestro colectivo», destacaron.

Las elecciones se celebrarán en el próximo mes de febrero, como marcan los estatutos, que fijan en tres años el mandato máximo de una directiva. Mientras tanto, la actual ejercerá en funciones para cerrar algunos asuntos que consideran «de gran importancia» y para organizar la campaña de Navidad y de rebajas.

Uno de los integrantes de la junta negó que tras la decisión de las diez personas que la forman de cesar en sus funciones estén enfrentamientos internos o con miembros del CCU.

«Nosotros nos comprometimos por un periodo de tres años, que hemos cumplido. No hay enfrentamientos internos, sino que hemos cerrado un ciclo y es el momento de dar paso a otras personas que aporten nuevas ideas. Nosotros no teníamos más aspiraciones que ayudar al desarrollo del sector comercial y en esa línea hemos trabajado todo este tiempo, sin ninguna otra pretensión, como la política», indicó uno de los vocales de la directiva, Alberto Pollos.

Además, dijo que están dispuestos a ayudar a la nueva directiva en sus inicios, al tiempo que se mostró convencido de que no habrá problema alguno a la hora de que se produzca el relevo, pues, manifestó, «hay gente interesada en coger las riendas de la asociación».

La directiva, a modo de despedida, le agradeció a los asociados que hubiesen creído en su proyecto, al tiempo que les pidió que sigan apostando por la asociación, «porque juntos somos más fuertes y podemos conseguir más cosas, algo que necesitamos en estos tiempos que corren».

Opiniones

El alcalde de Monforte, el nacionalista Severino Rodríguez Díaz, alabó la labor realizada por la directiva saliente por, dijo, «ser capaz de revitalizar a asociación e recuperar ó ánimo dentro do sector».

A juicio de Rodríguez, los que abandonan «puxeron sempre os intereses do comercio por enriba de todo, algo que hai que alabar», esperando que los nuevos directivos «defendan a asociación, e o que conleva, ca misma valentía que os seus predecesores».

Desde el PSOE, José Tomé Roca alabó el trabajo hecho por la directiva que deja el Centro Comercial urbano, que calificó de «muy activa». También señaló que su formación política «siempre, en todo momento» trató de colaborar con la asociación «aunque hubiese discrepancias puntuales sobre ciertos asuntos, como pudo ser el referido a la organización del tráfico en la Rúa Reboredo».

José Tomé se mostró convencido de que las personas que se pongan al frente del colectivo «seguirán dinamizando este importante sector de la economía monfortina».

La portavoz del Partido Popular en la corporación monfortina, Julia Rodríguez Barreira, indicó que el CCU «puede ser un importante elemento de dinamización del comercio de nuestra ciudad», pero no quiso hacer balance de la gestión llevada a cabo en los últimos tres años por la directiva, diciendo al respecto que ello es algo que le compete única y exclusivamente a los asociados.

Los inicios

El Centro Comercial Urbano de Monforte inició su andadura hace nueve años después de considerar un grupo de industriales de la ciudad del Cabe que la unión del sector reportaría una serie de ventajas que de forma individual resultarían muy difíciles de conseguir.

Los primeros pasos no habían sido fáciles a pesar de contar con un centenar de asociados. Poco a poco, desde la agrupación se fueron consiguiendo logros, como abrir una página web en la que cada asociado pudiese ofertar sus productos, conseguir la norma de calidad UNE 170051 destinada al pequeño comercio, ordenadores para todos los establecimientos o una tarjeta de débito dirigida a los consumidores para que pudiesen comprar en los locales aplazando el pago o satisfaciéndolo en mensualidades.

No obstante, con el paso del tiempo, la mayoría de los comerciantes dejaron a un lado la página web (algunos ni llegaron a utilizarla) y las tarjetas de compra cayeron en el olvido.

Tampoco salió adelante un proyecto consistente en la consecución de una central de compras, como tampoco dotar a los establecimientos adheridos de señales identificativas visibles tras la retirada de unas, tipo banderola, colocadas en los inicios de la asociación debido a una denuncia presentada por el desaparecido partido político Iniciativa Galega, que las consideraba peligrosas para los viandantes, sobre todo para los que tuviesen problemas de visión.

La reinvención

El CCU se reinventó con la llegada de la directiva que ha decidido no seguir al frente del colectivo, siendo sus principales logros conseguir que la gente saliese a la calle gracias a la celebración de numerosos actos en los que se mezclaba el ocio con el negocio.

Fue el caso de la feria del libro y de la flor, de las ‘oulets’ celebradas en verano en el parque de Os Condes, de la fiesta de las ‘zocas’, grandes empanadillas típicas de Monforte que se vendían a precios simbólicos o la colaboración que se mantuvo con otros colectivos, como el de la hostelería o de turismo rural.

El apoyo a las parejas que se casasen en Monforte fue otra iniciativa novedosa.

Trayectoria

  • Tres presidentes en nueve años

El primer presidente que tuvo el Centro Comercial Urbano monfortino fue Ovidio Pérez Reñones, quien también ocupó el cargo de delegado de la Confederación de Empresarios Lucenses en el sur de la provincia. A él le siguió el industrial Guillermo Rodríguez Vilaboa, en la actualidad concejal del PSOE en la corporación de Monforte. El último en ocupar el cargo ha sido Germán Vázquez.

  • 143 es el numero de comerciantes e industriales que en al actualidad forman parte de la asociación.

Los comerciantes reclaman desde hace dos años el sistema Ora en el centro de la ciudad

 

La directiva del Centro Comercial Urbano lleva un par de años insistiendo en la necesidad de un mayor control de las calles peatonales y de los espacios de carga y descarga de mercancías, pero también en la necesidad de implantar el sistema Ora para el estacionamiento de vehículos, esta última es una reivindicación que no ha sido del agrado de varios sectores socioeconómicos de la ciudad.

Ello motivó que se acusase a esta directiva de ser partidista, de apoyar incondicionalmente al actual grupo de gobierno del BNG, pero lejos de ello han mostrado su rechazo frontal a una antigua propuesta del alcalde, Severino Rodríguez, consistente en trasladar a la zona de A Compañía los mercados que dos veces al mes se celebran en el recinto ganadero.

La última lista de demandas de los comerciantes se cierra con la puesta a disposición de un edificio común para todas las asociaciones del municipio y la creación de la denominada mesa local del comercio, un órgano que desde el CC U se considera «vital» para dinamizar el sector.

Y es que las reclamaciones del CCU han sido muchas y la mayoría no asumidas desde el Ayuntamiento. A las anteriormente citadas se suman la conveniencia de facilitar vados temporales o que se aplique la ordenanza municipal que exige mantener en perfecto estado de conservación los inmuebles de la ciudad y que se rematen las fachadas de aquellos edificios que llevan en fase de obra desde hace años, como es el caso de muchos que hay en diferentes calles de Monforte.

Otras propuestas del CCU dirigidas a los políticos se centraron en la aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal, el control sobre las licencias de apertura de negocios, letreros e instalación de terrazas en la vía pública.

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