Lugo, pendiente hoy de un pacto que acabe con el bloqueo en la Diputación

Concellos y asociaciones esperan que la corporación dé luz verde a unas cuentas cuya demora obliga a posponer numerosos proyectos

Los 67 ayuntamientos de la provincia de Lugo y centenares de asociaciones están pendientes de que la corporación provincial, que este martes se reúne en sesión plenaria, apruebe el presupuesto de la Diputación para este año, ya que su ausencia mantiene paralizada la institución y numerosos proyectos han quedado pospuestos por falta de financiación. El gobierno bipartito (PSOE-BNG) presentará un presupuesto que supera los 93 millones y que el presidente, el socialista Darío Campos, insiste en que responde a los intereses de todos los municipios de la provincia, independientemente de su color político.

Sin embargo, el proyecto presupuestario llega a pleno sin que haya un acuerdo previo con la oposición que permita al bipartito sacarlo adelante, ya que está en minoría. Desde el mes de noviembre, cuando Campos presentó las cuentas en el Parlamento de Galicia, el presidente está intentando llegar a un acuerdo con el PP y también ha mantenido conversaciones con el diputado no adscrito, pero sin éxito. Aunque las cuentas llegan al pleno sin que exista un acuerdo previo, en las últimas semanas bipartito y PP aproximaron sus posturas, fundamentalmente a partir de la celebración del congreso de los populares lucenses, en el que la portavoz provincial, Elena Candia, fue elegida presidenta. Hasta ese momento, la popular se había mantenido muy reacia a las propuestas del bipartito, pero a partir de entonces adoptó una postura más dialogante, reconociendo que la Diputación necesitaba ya un presupuesto porque su ausencia estaba generando problemas en toda la provincia.

Este lunes mismo, Elena Candia, durante una rueda de prensa, aseguró que "manteremos a nosa vontade de diálogo e negociadora para aprobar os orzamentos ata o comenzo da sesión". En este sentido, subrayó que "asumimos case responsabilidades de goberno para que as contas saian adiante a través de numerosas melloras solicitadas, aínda que a súa aprobación dependerá do bipartito".

En cuanto a las mociones que presentará, una hace referencia al orden del día del pleno, porque ve irregular que primero se proponga la aprobación del presupuesto y después su modificación para integrar el remanente del año pasado. También reclama que las modificaciones de crédito y las subvenciones sean aprobadas por el pleno y que se aseguren las inversiones comprometidas por ella cuando fue presidenta provincial a 17 concellos del PP.

Por su parte, Manuel Martínez ya ha presentado por escrito un total de dieciséis enmiendas al proyecto presupuestario. Entre otras cuestiones puntuales, el diputado no adscrito reclama que se incluya en las cuentas o de la Diputación los 9 millones del presupuesto de Suplusa, aprobado gracias a la pinza entre el PP y él mismo, y en el que se incluye una residencia para Becerreá.

MOCIÓN DE CONFIANZA. Si no cuenta con los apoyos suficientes, el bipartito podría optar por la retirada del proyecto presupuestario para evitar la aprobación de un documento que la oposición, con su mayoría, podría moldear a su antojo. En este caso, la Diputación continuaría con los presupuestos de 2015 prorrogados, lo que supondría que la entidad seguiría paralizada.

Existe también la posibilidad de que la oposición no enmiende el proyecto del bipartito y se limite a votar en contra. Con el presupuesto rechazado por el pleno, el presidente tendría la opción de presentar una moción de confianza, que perdería el encontrarse en minoría. Pero, entonces, pasaría la pelota al PP y a Martínez, que tendrían un mes para presentar una moción de censura, posibilidad legalmente imposible, porque el diputado no adscrito firmó la operación que echó a Elena Candia de la presidencia de la Diputación y, según la ley, no puede respaldar otra en el mismo mandato. De esta forma, transcurrido el plazo, el presupuesto del bipartito quedaría aprobado automáticamente.

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