Operarios de la empresa Asogal, adjudicataria de las obras, y técnicos de la Diputación, procedieron en la mañana de ayer a sustutir uno de los polémicos bancos de la Rúa do Mercado de Guitiriz por cuatro bolardos fijos, tal y como se había acordado en el último pleno del ente provincial, celebrado en diciembre.
El banco y la papelera retirada se han reubicado en uno de los márgenes de la misma calle, en un tramo de solares, sin edificaciones construidas, a solo unos metros de la anterior ubicación.
El diputado de Infraestructuras, Manuel Martínez, zanjó cualquier posible polémica explicando que esta es la última actuación que la Diputación de Lugo prevé realizar en la céntrica calle guitiricense y puntualizó que esta travesía continuará siendo peatonal «mentres sexa de titularidade provincial», en referencia a una moción presentada por el PP para pedir que se recuperara el tráfico rodado en la citada vía.
Reacciones
El alcalde de Guitiriz agradeció la retirada del banco, que responde a una petición municipal, pero no ve una solución acertada en la colocación de los cuatro bolardos fijos, ya que estos ofrecen el mismo problema que el banco: cierran la salida de la calle por ese lado, lo que supondría un problema en caso de registrarse una emergencia en la zona.
El regidor municipal también ha mostrado su malestar por la forma de actuar del ente provincial, ya que desde este no se remitió ningún aviso oficial al Concello de que ayer se procedería a ejecutar la obra.
Según explicó Teixido, la Policía Local se acercó para solicitar una licencia de obras, con la que los operarios no contaban y luego redactó un informe al respecto. Cuando el agente municipal regresó, menos de una hora después, para paralizar la actuación, los operarios ya no estaban, razón por la que el alcalde ha anunciado su deseo de remitir un escrito de queja a la empresa y a la Diputación de Lugo.
A este respecto, Manuel Martínez precisó que al tratarse de una vía de titularidad provincial, la Diputación no necesita una licencia municipal para actuar e insistió en que los bolardos son definitivos, por lo que espera «que ninguén os quite, porque se alguén lles toca, presentaremos unha denuncia».
