La Delegación del Gobierno en Galicia confirma que la Dirección General de Tráfico (DGT) ya está trabajando en la instalación, en breve, de varias medidas que contribuirán a mejorar la seguridad del tramo del Alto do Fiouco, que salva Mondoñedo, en la Autovía del Cantábrico (A-8). Por el momento, no se están colocando los equipamientos, pero el Estado asegura que muy pronto los conductores que pasen por el trayecto verán nuevos paneles luminosos de información variable y actualizada sobre el estado de la vía y las recomendaciones para circular por ella. Además, también está previsto disponer de una estación meteorológica en el lugar.
El centro de información meteorológica es necesario para aportar datos puntuales y actualizados, dirigidos a la DGT, a Conservación de Carreteras y a Tráfico, entre otros, para ordenar o no el cierre del vial y vigilar la visibilidad que hay en él en cada momento.
El gobierno estatal tiene muy presente el accidente ocurrido hace un año este punto del trayecto de la autovía, donde unos 40 vehículos colisionaron por la escasa visibilidad debida a la densa bruma. Una mujer pereció como consecuencia de un atropello aquel 26 de julio de 2014.
Después de aquello y para prevenir otros siniestros, el Ministerio de Fomento y la DGT acordaron cerrar el tramo a la mayor señal de peligro para la circulación. Los cierres han sido casi constantes sobre todo durante el verano. El buen invierno que hasta el momento ha disfrutado la comarca permite mantenerla abierta más tiempo del esperado.
Fomento contrató por más de dos millones de euros a una firma madrileña recientemente los trabajos de mantenimiento del tramo entre Ribadeo y Abadín y muy pronto se colocarán, en los puntos kilométricos más conflictivos -el Alto do Fiouco a lo largo de unos 15 kilómetros-, más paneles luminosos con advertencias, de los que se carecía sobre todo si se circulaba desde Asturias a Lugo.
Estos paneles advertirán con tiempo a los conductores que utilicen la infraestructura de si en el punto por el que están pasando o antes de llegar a él hay avisos de precaución por niebla, viento o heladas y de qué tipo serían.
También instalarán medidores de viento, porque éste es otro de los riesgos a los que se enfrentan los conductores en este tramo, con ráfagas que pueden alcanzar los 100 kilómetros por hora en la montaña.
La Delegación del Gobierno en Galicia respondió recientemente a una pregunta de este periódico sobre estas inminentes medidas de seguridad para el tramo de la autovía. Aseguran que "desde la DGT, consultaron al Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste sobre esta cuestión, y les informan de que por el momento no se está llevando a cabo instalación alguna en ese tramo de la A-8", pero confirman que se está trabajando en ello y que próximamente se ejecutarán estos trabajos en el vial. Sigue sin precisar, eso sí, si colocarán otro radar de tramo.
La posible instalación de otro radar de tramo para controlar la velocidad hacia Abadín no fue confirmada oficialmente
