El abogado Manuel Prieto, que se ocupa de la defensa del maquinista Francisco José Garzón Amo, no da "credibilidad" al informe de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) que considera que la velocidad y el despiste del conductor del Alvia provocaron la tragedia en Galicia.
"No nos da ninguna credibilidad lo que dice", ha señalado a Efe y se ha mostrado indignado con el documento elaborado por el órgano adscrito al Ministerio de Fomento, al que ha tenido acceso Efe, y que refleja que el convoy circulaba a 179 km/h en la curva de A Grandeira, a la altura del barrio de Angrois, cuando este tramo está limitado a 80 km/h, lo que pone de manifiesto, según este análisis, que no se respetó lo prescrito en el libro horario del tren y en el cuadro de velocidades.
Este estudio hace hincapié, igualmente, en la falta de atención de Garzón Amo al responder a una llamada del interventor de a bordo, Antonio Martín Marugán, que llegó a comunicarse con él hasta en tres ocasiones. Prieto ha indicado que estas conclusiones son las esperadas, dado que la CIAF, "al igual que Renfe y el Adif, depende de Fomento, y entre ellos no se van a contradecir. La CIAF debería ser independiente, porque así lo impone Europa, pero es totalmente dependiente".
Las víctimas del Alvia han coincidido en su queja de que este órgano adscrito al Ministerio de Fomento no es independiente y, por tanto, no parece acertado que se convierta en "juez y parte". El presidente de la asociación de perjudicados Apafas, Cristóbal González, ha dicho que el análisis es "injusto y desacertado" pero ni más ni menos "que lo que se esperaba, es decir, otro tanto de lo mismo".
"Si pudieran ocultar la culpa del maquinista", Francisco José Garzón Amo, también lo harían, "pero como no hay ni Dios que diga que el maquinista no tiene culpa, entonces se agarran a todo lo demás", ha señalado, y ha apuntado que todo el mundo sabe que "la ineficacia de los sistemas de seguridad" está entre los motivos del siniestro. "Es un accidente que se podría haber evitado y esto quiere decir que alguien no ha hecho las cosas bien", ha significado este hombre, uno de los pasajeros de ese convoy que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol.
Esperanza Fernández, integrante de la plataforma Víctimas Alvia 04155, ha dicho a Efe que un único culpable no hay, así que "a ver qué pasa con las imputaciones". "Sinceramente", ha proseguido, no son muchas las expectativas porque "todo" lo que determina el instructor, el juez Luis Aláez, "lo tiran por tierra" y el Ministerio Público "que se supone que tiene que defender a las víctimas, no lo está haciendo, quiere tirar por tierra imputaciones que servirían para llevar a cabo una investigación de verdad".
Los vecinos de Angrois también dudan de que el maquinista sea el único culpable.El gallego Isidoro Castaño, residente en el barrio, ha expresado un sentir común entre esta vecindad. "El CIAF no es independiente y, por ende, no puede emitir un informe independiente", aseguró.
La resignación es la sensación que se respira cuando a punto de cumplirse un año de aquella fatídica fecha se visita este apacible enclave, a escasos kilómetros del centro de Santiago de Compostela. "Por desgracia esto pasó", "ahora lo importante es que se solucione", "nosotros no tenemos mérito alguno", "lo que cuenta es que se depuren responsabilidades y se indemnice a las familias y a las víctimas, aunque una muerte no se paga" han sostenido varias vecinas de Angrois que han preferido resguardarse en el anonimato.
La diputada del BNG en el Congreso Rosana Pérez criticó el informe, que a su juicio busca exculpar a Fomento, ADIF y Renfe del accidente y demanda una investigación "imparcial e independiente; es una auténtica tomadura de pelo". "Para este viaje no hacían falta tantas alforjas", argumenta la diputada nacionalista, para quien el informe es un "auténtico alegato exculpatorio que redunda una y otra vez en el doble error humano".
La parlamentaria expresa su total desacuerdo con un informe que procede de un órgano adscrito al Ministerio de Fomento, cuya composición "no es independiente" y la mayor parte de sus miembros proceden de Renfe o Adif y destaca que el BNG lleva un año pidiendo una modificación del proceso de nombramiento de los miembros de la CIAF para que sea un organismo más independiente.
