La defensa de Garzón Amo se basará en la ''escasa seguridad'' de A Grandeira

El abogado Manuel Prieto, que representa a Francisco José Garzón Amo, el maquinista del Alvia accidentado el 24 de julio de 2013 en Santiago, basará su defensa en que no existía "seguridad" en la curva de A Grandeira, a la altura del barrio compostelano de Angrois, donde se produjo ese siniestro.

A su salida de los juzgados de Fontiñas, y después de que cinco cargos del gestor ferroviario Adif testificasen este jueves durante cerca de ocho horas, este letrado ha comentado a los informadores que la falta de señalización y de otras medidas de protección es evidente y "no deja lugar para la duda".

Manuel Prieto, que defiende al único imputado en esta causa, ha insistido en que no parece entendible ni creíble que "expertos" en seguridad y en construcción de vías no se percatasen de esta circunstancia hasta que "se mataron ochenta personas". Así, ha recordado que el jefe de maquinistas de Ourense, José Ramón Iglesias Mazaira, alertó en diciembre de 2011 de la peligrosidad de la curva ante las escasas medidas de seguridad. Por ello, Prieto ha criticado que el último de los declarantes en calidad de testigo de la jornada de hoy, en alusión al director de mantenimiento y explotación, Alfonso O. de O.G, haya insistido en que no le consta o no recuerda ninguna denuncia al respecto. Esta es una frase, ha dicho Prieto, "ya típica" en el caso.

El letrado ha expuesto que este último testigo fue quien firmó la modificación en el proyecto de este recorrido, documento que en un principio estipulaba que las vías tendrían un ancho internacional de Ourense a Santiago, y que con el cambio pasaron a ser de ancho ibérico, evitando así los intercambiadores que retrasarían el trayecto.

Como consecuencia de ello, ha apuntado Prieto, "quitaron la señalización" y con ello el sistema de seguridad ERTMS en lugar de llegar a Santiago "se quedó en el kilómetro 80".

Según Prieto, Alfonso O. de O.G a lo largo de la declaración en sede judicial fue preguntado por quién ordenó la decisión de cambiar el proyecto, y éste señaló a personal del Ministerio de Fomento. "Un técnico de Fomento no se lo puede imponer a Adif", ha replicado Prieto en sus declaraciones ante los periodistas, y ha puntualizado que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias de España "por encima tiene a quien tiene", en una referencia velada al ministro de turno.

Para esta modificación, ha proseguido Prieto, el director de mantenimiento de Adif no puso ningún problema, pero lo cierto es que ahora, con posterioridad, sí existe "una mayor seguridad" en la vía, ya que actualmente "si el maquinista no frena, el tren frena solo". "Todo lo pusieron después del accidente", ha agregado, ya que con anterioridad al descarrilamiento "todo dependía" de que el maquinista que guiase el tren "no sufriese un despiste".

Con respecto a los testigos anteriores, cuatro cargos de Adif que firmaron, elaboraron y dieron el "visto bueno" tanto al libro horario como al cuadro de velocidades máximas, Prieto ha subrayado que "parece que se pueden señalizar en documentos unas cosas y en la vía haber otras".

También ha añadido que basándose en las declaraciones escuchadas en el día de hoy, "parece que no tienen importancia unos documentos que en principio son fundamentales", dado que en los documentos figuraba que la vía contaba con ERTMS en la totalidad del trayecto, cuando no es así, una situación "tremenda". Prieto ha opinado además que los testigos "han preparado" las declaraciones porque todos ellos contestaban lo mismo.

El letrado de Garzón Amo ha señalado que los nuevos pasos "en las próximas semanas" serán la entrega de los informes periciales, y "a partir de ahí el juez hará una cosa u otra".

En este mismo sentido se ha manifestado el letrado de la Asociación de Perjudicados por el Accidente Ferroviario del Alvia (APAFAS), Javier González, que ha subrayado que la señalización era "muy deficiente y muy insuficiente".

González también ha juzgado el cambio en el proyecto, de sistema ERTMS a ASFAS, y ha dicho que el primero "indudablemente" ofrece mayor seguridad, y que es el único con el que el fallo humano podría "haber sido corregido".

El juez instructor Luis Aláez ha seguido desde un inicio una línea de investigación que apuntaba a una causa múltiple y no únicamente al despiste de una persona que relevó a otro compañero en Ourense y perdió el control tras atender una llamada del interventor de a bordo.

El maquinista, Francisco José Garzón Amo es en este momento el único imputado después de que la Audiencia Provincial de A Coruña exonerase a los miembros del consejo de administración del gestor ferroviario Adif y a los cinco técnicos responsables de la seguridad en la circulación.

El auto con el que el órgano de apelación levantó la imputación de estos cargos supuso que la instrucción judicial retornase al punto en el que se encontraba a los cuatro días del suceso, con el conductor, -que no redujo la velocidad del convoy-, acusado de homicidio imprudente.

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