La mayor parte de los barcos de Burela y Celeiro que participan en la costera del bonito arrancan, junto con el resto de la flota del Cantábrico, la semana que viene, una vez pasen las fiestas patronales de Burela. La guerra contra los barcos que utilizan el arte del arrastre pelágico está en boca de todos, ya que acusan a estas embarcaciones de competencia desleal.
«Esos barcos, de 60 metros, utilizan a la flota española como cebo y, cuando ven que encontramos un banco de peces, pues van por la noche y acaban con todo el pescado», cuenta Eurgenio Regal, armador del Anxuela de Celeiro y que este año debuta en la costera del bonito.
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