La cosecha de aceituna en Quiroga se reduce un 20% respecto a la de 2015

La campaña en el valle está a punto de concluir, con solo 10.000 kilos de olivas recogidas debido a que la lluvia cortó la floración ►Los productores de aceite autóctono destacan el aumento de olivares, pero lamentan que sean de variedades foráneas
Almazara de Miguel Ángel Rodríguez, un vecino vareando un olivo para que caigan las aceitunas y producto recogido.
photo_camera Almazara de Miguel Ángel Rodríguez, un vecino vareando un olivo para que caigan las aceitunas y producto recogido.

La campaña de recogida de aceituna en el valle de Quiroga está a punto de concluir. El vareo de olivares para trasladar el fruto hasta las almazaras que hay en la zona finalizará en un par de semanas. La campaña, como se esperaba, no será tan buena como la de 2015, al reducirse la producción en un 20 por ciento debido a las condiciones climáticas registradas durante la primavera, con prolongados días de lluvia que afectaron a la floración de los olivos.

Los cálculos que realizan los principales productores de la zona son de unos 10.000 kilogramos totales. Uno de los vecinos que se dedica a la elaboración de aceite, Miguel Ángel Rodríguez, indicó que la merma en la cosecha es todavía mayor en cuanto a las dos variedades autóctonas, la mansa y la brava, que podría situarse en un 40 por ciento con respecto al pasado año, pero que las cifras totales se han salvado gracias al cada vez mayor número de olivares que han comenzado, después de cuatro años desde su plantación, a dar sus frutos.

«Moita xente apostou pola plantación de olivos. A mágoa é que non se decidisen polas especies autóctonas, pero tamén hai que dicir que se o fan é porque non hai un viveiro delas», destacó Miguel Ángel Rodríguez.

Miguel Ángel Rodríguez
Productor de aceite

"Teríase que fomentar a plantación das nosas variedades, a brava e a mansa, pero carecemos dos apoios necesarios"

Muchos vecinos se han decantado por recurrir a dos variedades foráneas, la arbequina y la picual, que mezcladas en su justa proporción, dicen los expertos, dan como resultado un aceite muy parecido al que se obtiene de las variedades autóctonas brava y mansa, «aínda que non é o mesmo. Trátase dun aceite parecido, pero para nada igual. Teriamos que fomentar a plantación das nosas para dispor dun produto único, exclusivo, pero polo momento non hai recursos nin axudas para facelo», declaró Rodríguez.

EXPLICACIÓN. El aceite con el sello de calidad del valle de Quiroga, todavía no reconocido oficialmente pero si cada vez más demandado por los consumidores gourmets, ha movido a muchos, señala Miguel Ángel Rodríguez, a decantarse por la plantación de esas dos variedades foráneas debido a su alto rendimiento.

«Se eu saco un litro por cada dez quilos de aceituna mansa e brava, o que teña arbequina e picual obterá a mesma cantidade con só cinco quilos», explicó este productor que saca todos los años al mercado en torno a los 700 litros de aceite autóctono, 400 de ellos con el sello del consejo regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia, que vende como una verdadera delicatessen, a 28 euros el litro.

SELLO DE CALIDAD. El alcalde de Quiroga, Julio Álvarez Núñez, es desde hace años un gran defensor del aceite producido en el valle, tomando caminos para evitar fraudes en la comercialización del aceite de su zona, pero también a la hora de dar pasos encaminados a promover una indicación geográfica protegida para este producto.

En este asunto, contó con el apoyo de la oficina del Valedor do Pobo cuando estaba a su frente José Julio Fernández, y con el respaldo del Parlamento de Galicia, donde se aprobó una proposición para impulsar y proteger el aceite que se produce en el valle.

Sin embargo, desde que se dieron a conocer ambos respaldos, realizados a mediados del año 2014, no se ha avanzado nada al respecto.

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