La cooperativa Lemos acaba con 13 años de litigios por sus naves en Monforte de Lemos

El TSXG dice que las instalaciones cumplen la legalidad, sentencia acogida con satisfacción por las 600 personas que integran la sociedad
Naves de la cooperativa y la casa del vecino denunciante (al fondo)
photo_camera Naves de la cooperativa y la casa del vecino denunciante (al fondo)

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha validado las instalaciones que la cooperativa agroganadera Lemos de Monforte tiene en el tramo final de la Rúa Chantada de la ciudad del Cabe, por lo que se acaban 13 años de litigios promovidos por un vecino que tiene su casa junto a las naves de la entidad y que desde el 2003 insistía en que la sociedad no disponían ni de licencia municipal para su actividad ni de permisos urbanísticos para las naves en las que se trabajaba. Desde la gerencia de la cooperativa mostraron este miércoles su satisfacción por el fallo del TSXG, que pone fin a una situación "que nos causó numerosos problemas", dijo José Manuel Rodríguez. De hecho, la cooperativa lleva años sin ejecutar nuevos proyectos ante el temor de que el fallo judicial fuese desfavorable para sus intereses.

"Confiábamos en ganar, pero no podíamos hacer cosas nuevas, pensadas desde hace tiempo, que ahora será el momento de poner sobre la mesa para que los cooperativistas digan si les damos para adelante", añadió Rodríguez. Desde hace cuatro años, la cooperativa dispone de todos los permisos, tanto municipales como otros otorgados por la Dirección Xeral de Urbanismo, para ejercer su actividad al demostrar que sus naves y el trabajo que desarrollaba en ellas no era ilegal. Sin embargo, una persona que tiene una vivienda unifamiliar junto a las instalaciones presentaba denuncia tras denuncia y recursos judiciales cuando el fallo de un determinado tribunal no atendía su pretensión de que la cooperativa cesase en su actividad por las molestias que le ocasionaba.

La entidad dispone desde hace cuatro años de todos los permisos, pero un vecino insistía en denunciar en los juzgados

Así, el denunciante llegó a la última instancia posible, el TSXG, donde presentó un recurso de apelación sobre otras sentencias que le eran desfavorables.

La sentencia de este tribunal indica que todo estaba en regla en relación con los permisos para contar con un salón de actos, un taller mecánico y otras dependencias que, considera, son esenciales para el normal funcionamiento de una cooperativa agroganadera.

Urbanismo, además de regularizar la situación de la sociedad, dejó abierta la puerta a posibles ampliaciones, siempre y cuando disponga de licencia municipal, por lo que no será necesario efectuar consultas a la Administración autonómica. Esa expansión será uno de los asuntos que traten en breve los cooperativistas.

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