La continuidad de las obras de la primera fase del plan de encauzamiento del río Sarria se encuentra en estos momentos en el aire. Por un lado, se desconoce qué pasará con los puentes de las calles Peregrino y Calvo Sotelo y, por el otro, se está a la espera de determinar cuál será la postura oficial del nuevo gobierno con respecto a estos polémicos trabajos.
Mientras, las obras se encuentran casi finalizadas en lo que afecta a la zona del paseo del Malecón, las islas y la mota de la margen derecha del río. Según algunas versiones, la empresa que ejecuta los trabajos podría incluso retirarse una vez acabadas estas actuaciones, dado que Ponte Ribeira sigue parada por orden judicial y la ampliación del puente de Calvo Sotelo está condicionada a lo que ocurra en la Rúa Peregrino.
De hecho, algunos obreros ya remataron su trabajo en Sarria. Una vez concluya la reforma del paseo -donde ayer las labores se centraban en la colocación de la base para instalar la barandilla- y acabe la limpieza de las islas y la creación de la mota quedarán solo pendientes los dos puentes, y es aquí donde surgen las dudas.
El juzgado mantiene parados desde octubre los trabajos en Ponte Ribeira y, tanto la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil como el anterior grupo de gobierno, dijeron en numerosas ocasiones que la intervención en el puente de Calvo Sotelo no comenzaría hasta dar solución al viaducto de la Rúa Peregrino para evitar que la villa sufra un caos de tráfico.
Todos estos asuntos serán abordados mañana en una reunión entre la nueva alcaldesa de Sarria, Pilar López, y el presidente de la CHMS, Francisco Marín, que se celebrará en la sede de la Confederación Hidrográfica en Ourense. La regidora solicitó ayer mismo esta entrevista y, según dijo, su intención es acudir acompañada de representantes de CxG-CCTT y de BNG. Pretende así conocer de primera mano el estado de las obras y ver si es posible introducir modificaciones en el proyecto.
"Pésima visibilidad". Por otra parte, el desnivel que quedó en la pasarela de O Toleiro ha generado quejas por parte de los vecinos, dado que varias personas ya sufrieron caídas en este punto. Una de las vecinas afectadas presentó una queja en el Concello, fechada el pasado 5 de junio. Según explica en su escrito, tres días antes, al intentar acceder al paseo desde la pasarela, cayó de bruces al suelo "debido a la pésima visibilidad del pequeño escalón de la derecha, sin ninguna separación física de la parte lisa y la parte con escalón".
La mujer resultó con varias lesiones, por las que recibió atención médica en el centro de salud de la villa, tales como heridas en el hombro derecho, las dos rodillas, una mano y un muslo. También sufrió "un tremendo golpe en el tórax" y contusiones en la cara, donde se le incrustaron las gafas.
Hechos como este motivan la solicitud de colocación de barandillas en el lugar para evitar casos similares. Esta ciudadana, en concreto, demandó en su escrito la adopción de medidas "con la máxima celeridad posible para evitar que esto mismo le pueda suceder a otra persona provocándole daños muchos más grave, pues tal y como está en la actualidad es un auténtico peligro", aseguró.
