La Confederación Hidrogáfica Miño Sil y el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) investigan una muerte masiva de peces en el río Cabe a su paso por el municipio de Sober. A primera hora de ayer, los vecinos de la población de Canabal alertaron de que en el entorno de una presa del cauce había decenas de truchas y otros peces muertos flotando en el agua. El alcalde de Sober, Luis Fernández Guitián, se puso en contacto con la confederación y miembros del organismo de aguas se desplazaron a Canabal para tomar muestras del agua y abrir una investigación. Lo mismo hacían los efectivos del Seprona, que avisados por los vecinos procedieron a analizar el río en el punto en el que aparecieron los peces y también aguas arriba.
Además del daño ecológico, tanto los habitantes de Canabal como el propio alcalde temían por la potabilidad, ya que en las inmediaciones de la presa se capta el agua de la que se abastece gran parte del municipio. Sin embargo, Luis Fernández Guitián apuntaba que los técnicos aseguran que el agua es apta para el consumo. «Según nos comentaron, non hai perigo para o consumo porque a auga non se capta directamente do río, senón que vai a uns pozos, dende alí fíltrase e despois vai á traída», explicó el regidor. «En principio podemos estar tranquilos, pero seguiremos ó detalle as investigacións», apuntó.
Posibles causas
Tanto desde la Confederación Hidrográfica Miño Sil como desde el Seprona evitaron decir cuáles podrían ser las causas de la mortandad de los animales. Desde el organismo de aguas insistieron en que hasta el final de la investigación no se adelantarían datos.
Sin embargo, algunas fuentes hablaban de un posible vertido de alguna industria o fábrica o de una contaminación por algas similar a la ocurrida hace unos meses en la presa de Vilasouto, ya que aguas arriba, en el lugar de Mañente, en Pantón, el agua presentaba una capa en la superficie de color marrón.