La 'conexión tequila' que reflota astilleros

ELP2209P54F1.JPG
photo_camera ELP2209P54F1.JPG

méxico Df. finales de septiembre de 2011. En visita oficial, el presidente de la Xunta da la bienvenida a un grupo de empresarios aztecas con motivo de la puesta en marcha de un centro de negocios. Entre los invitados, Olegario Vázquez Raña y su hijo, propietarios del primer grupo sanitario privado del país; y Héctor Slim, al frente de Teléfonos de México y sobrino del magnate Carlos Slim. Su presencia no pasa desapercibida. No sería la única vez que en el último año se han visto las caras Núñez Feijóo y los próceres de dos de los grupos empresariales más potentes del país. Uno, Carlos Slim, primera fortuna del mundo, según Forbes, y el otro, Olegario Vázquez Raña, integrante de una saga empresarial oriunda de Avión (Ourense) que es paradigma del éxito de la diáspora gallega, se volverían a sentar con el presidente gallego a comienzos del pasado mes de abril. El lugar, un restaurante de O Grove, justo un día después de que fueran recibidos en Moncloa por Mariano Rajoy, una visita que inicialmente no figuraba en la agenda oficial del presidente del Gobierno. Semanas después, los mismos protagonistas se volverían a ver las caras en un encuentro con empresarios en el primer viaje oficial de Rajoy a México. ¿Por qué tanta reunión?

La respuesta a tan enigmáticos encuentros quizá haya que buscarla en Galicia, y ubicarla en el tiempo en esta misma semana, cuando se anuncia la contratación de la construcción de dos buques hotel para Petróleos Mexicanos (Pemex) por parte de Barreras y Navantia, que se viene a sumar a la instalación de una terminal de la compañía pública azteca en el nuevo puerto exterior coruñés. Nada es gratis en el mundo empresarial, y cuando algunos de los protagonistas que han firmado los contratos esta semana (Ramón Aguirre, por parte de Sepi, y José García Costas, por parte de Barreras) aseguran en privado que vendrán más barcos contratados desde México, es que la operación planteada tiene recorrido y va en serio.

En total, los 292 millones de euros de los contratos de los buques hotel se vienen a sumar a la inversión prevista por Pemex en Punta Langosteira, de 57 millones, para montar una base operativa, y más allá de las horas de trabajo y empleos a generar, motivo de polémica estos días, lo cierto es que tanto Barreras, que sale ahora de un concurso de acreedores, como Navantia, que lleva cinco años sin firmar un contrato, tenían sus gradas prácticamente vacías. La operación, por tanto, supone la reactivación de los grandes astilleros gallegos.

Sobre el papel, la apuesta de Pemex por Galicia supondrá un vuelco a los registros de la inversión extranjera, en niveles pírricos durante la última década. Desde inicios de 2001, y año tras año, la caída en el volumen de la inversión extranjera trazó unos preocupantes descensos de hasta el 50% anualmente, números que a partir de 2008 lograron salvar puntuales operaciones. Un dato: en 2011, según las cifras del Ministerio de Industria, se registraron 276 millones de inversión extranjera en Galicia. Pero lo que resultaba más preocupante es que desde 2004 no se había llegado a esas cifras.

Aunque poco o nada ha trascendido, los intereses cruzados de empresarios como Slim y Vázquez Raña, en este caso, en España, a buen seguro han tenido mucho que ver. Ambas fortunas, con conexiones políticas en México de sobra conocidas, habrían actuado como conseguidores ante los máximos responsables de la petrolera pública, en cuyo consejo se sientan altos cargos de la administración mexicana. Ha sido sorprendentemente sencillo cerrar los contratos, todo han sido facilidades por parte de nuestros interlocutores, apuraban a señalar algunos de los responsables de los astilleros gallegos esta semana. Slim es actualmente accionista estable de La Caixa, una de las propietarias de Repsol, que a su vez tiene como accionista de referencia a Pemex. Vázquez Raña, por su parte, lleva dos años buscando posibilidades de inversión en España, primero con el intento de compra de la clínica Teknon y después con USP, el primer grupo hospitalario español, que ha pasado a manos de un fondo de inversión británico. A buen seguro, habrá más oportunidades, sobre todo a partir de ahora. Será otro capítulo de esta particular operación Tequila.

Un apagón para un ministro

los peores pronósticos se cumplieron y la mal llamada reforma energética, que se queda en una ofensiva fiscal de calado para las eléctricas, ha puesto de nuevo a todos de acuerdo, pero en su contra. Consumidores, grandes y pequeños, y hasta las propias compañías, advierten que de sacar adelante el anteproyecto de ley en el Congreso tal y como está y el automático encarecimiento del recibo de la luz va a ser todo uno. Si nadie lo remedia, ese apretarse el cinturón, en este caso para controlar el déficit de tarifa, y exprimir las abultadas cuentas de resultados de las compañías va a tener un efecto colateral con víctimas civiles, los consumidores.

Y mientras el ministro del ramo, José Manuel Soria, dice que todavía se pueden introducir cambios en la tramitación parlamentaria, medio tejido productivo de este país brama contra la reforma. La patronal en la que se integra Alcoa, como gran consumidor, teme que el «sobrecoste sea repercutido directamente sobre el consumidor industrial, lo que conduciría a la definitiva pérdida de competitividad de la gran industria». Soria, desde Shanghái, apela a la sostenibilidad del sistema. Y los miles de ciudadanos de A Mariña que ven el futuro de Alcoa en el aire, también hablan de sostenibilidad, pero la de sus puestos de trabajo y de sus vidas como las han conocido hasta ahora. En vez de hacerlo en campaña, el ministro debería haberse pasado ya por A Mariña. Por ejemplo, el pasado jueves, en pleno apagón.

TIPOS DE INTERÉS

JOSÉ LUIS PEGO. Un triste final para el piloto de la caja unificada. Ungido por Julio Fernández Gayoso y con todas las bendiciones políticas para pilotar la caja unificada, lo cierto es que José Luis Pego no pasará a la historia de Galicia como un financiero de lustre. Ni siquiera lo hará como un buen empleado de banca. Después de que ayer no hubiera acuerdo en el Servicio de Mediación y Arbitraje, tendrá que ser un juez quien decida si los exdirectivos que se llevaron las millonarias indemnizaciones actuaron conforme a la ley, porque hace ya tiempo que la sociedad gallega les condenó, moral y éticamente, por no devolver los blindajes de una entidad al borde del abismo que acabó nacionalizada.

ÁNGEL RON. Un banquero que va a su aire antes que mal acompañado. Va de financieros. Y de gallegos. El compostelano Ángel Ron, presidente del Popular, asegura que la entidad cuenta con un potente modelo de negocio como para que le haga falta digerir otra entidad. Se refiere a la eventual compra de Banco Mare Nostrum, tras haber reconocido el Banco Popular negociaciones formales para su adquisición. Apostamos por la independencia sin desaprovechar las oportunidades que surjan, viene a decir Ron, en un momento en el que la banca mira al futuro y solo ve un horizonte con menos entidades. ¿O será que la otra digestión, la del Banco Pastor, se está haciendo demasiado larga?

Comentarios