La comarca cuenta con siete áreas con riesgo potencial de sufrir inundaciones según se desprende de un informe elaborado por la Consellería de Medio Ambiente en el marco del Plan Hidrolóxico Galicia-Costa, que en total identificó 207 de estas áreas en toda la comunidad. Las zonas afectadas se corresponden a los cauces de los ríos Landro, Ouro y Masma y a las franjas costeras de Foz, Cervo, Burela, Barreiros y Ribadeo.
En el caso de las riberas del Landro, el informe autonómico sitúa como zonas peligrosas las inmediaciones de los ríos Fontecova y Loureiro y de los regatos Pedreira y Pe de Boi, así como el Rego de Trasporta y Rego de Loiva. La cuenca del río Ouro presenta sectores peligrosos a su paso por el municipio de Alfoz y en este área, Medio Ambiente también señala como zona conflictiva el río Ferreira, en O Valadouro. Para finalizar con las franjas fluviales sensibles, en la cuenca del Masma a su paso por Mondoñedo también aparecen como partes susceptibles de inundación los cauces de los ríos Mondoñedo y Valadares en el municipio mindoniense y ya en Lourenzá presentan problemas los ríos Batán y Baos y los regatos de Recimil y Arroxo.
Con respecto a las zonas costeras que presentan riesgos hay que detallar que en el caso de Foz, también se marcan como peligrosas las inmediaciones de los ríos Ouro, Moucide y Centiño, así como el Rego de Nois. Por su parte, en Cervo además de su costa se presenta como territorio inundable el próximo al río Xunco.
Los cauces que pueden dar problemas en Barreiros son el Rego da Barranca y el Rego de Santiago, mientras en Ribadeo son todos regatos: el de Esteiro, el de A Devesa, el Meiregos, el Vilaguiz, el Moreira, el de San Xulián y el de Vilaselán. A estas zonas de costa se suma la de Burela.
Equipo
Estos datos se corresponden con la primera parte de la implantación de la directiva europea 2007/60/CE relativa a la evaluación y gestión de los riesgos de inundación. En esta parte lo que se hizo fue una evaluación preliminar de los riesgos a la que seguirán dos más: una para la definición de los mapas de peligrosidad y de riesgo de inundación, que deberá estar lista en diciembre de 2013, y una tercera para el establecimiento de los planes de gestión de los riesgos de inundación, que debe finalizarse en 2015.
En este trabajo Galicia forma parte de un equipo en el que figuran las regiones del norte peninsular, que son conscientes de la singularidad de sus ríos y de la problemática que traen las inundaciones. Desde Medio Ambiente indicaban ayer que con este trabajo conjunto se persigue «paliar e prever os efectos adversos xerados polas inundacións».
Sequía
Los fenómenos de meteorología adversos se repiten cada vez con más frecuencia y con una distribución temporal más irregular, tal y como demuestran las inundaciones que sufrió la comarca en junio de 2010. Desde Medio Ambiente indican que el invierno tan seco que está sufriendo la comunidad puede traer consigo problemas de inundaciones en el caso de que se repita un episodio de lluvias intensas, ya que la falta de cobertura vegetal y el endurecimiento de la capa superficial del terreno pueden provocar que las primeras lluvias no puedan ser absorbidas y las escorrentías provocarían los daños.
