Los responsables de la Central Intersindical Galega (CIG) de Monforte negaron que hubiesen asesorado a la directiva del club fluvial de la ciudad del Cabe para intentar despedir de forma procedente al empleado con mayor antigüedad en la empresa, José Manuel Cabo Núñez, quien acaba de ganar un juicio por despido improcedente, sentencia que confirma que deberá ser indemnizado con 68.000 euros.
Cabo Núñez había acusado a dos delegados de la CIG de «asesorar a la directiva cómo para despedir a un delegado de personal, que era mi caso».
Desde el sindicato manifestaron que «o traballador en cuestión, delegado pola UGT, foi revogado das súas funcións nunha asemblea de traballadores celebrada en agosto de 2010 pola práctica totalidade dos seus compañeiros», recalcando que «por algo sería».
En la CIG dicen entender que José Manuel Cabo pueda estar «doente» por haber sido despedido, algo que dicen los responsables del sindicato «rexeitamos, como o caso de calquera outro traballador». Sin embargo, matizan que Cabo «debería pensar o motivo polo que foi despedido e non tratar de botarlle as culpas a terceiros, pois bastante temos na CIG con defender aos nosos afiliados nos tempos que corren».
Explicaciones
La directiva del club fluvial sigue sin aclarar qué medidas tomará a raíz de la sentencia que condena a la sociedad a pagar esa fuerte indemnización.
Según pudo saber este diario, en la noche del martes se reunieron algunos de los miembros de la junta, si bien no trascendió lo acordado en la reunión.
A mayores, algunos socios han registrado escritos en las oficinas de la sociedad reclamando explicaciones sobre este y otro asuntos, como los 18.000 euros que, dicen, se le adeuda a otro extrabajador.
