La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) tapó este martes los restos de Ponte Ribeira que estaban al descubierto a causa de las obras en el viaducto. El organismo de cuenca llevó a cabo esta labor después de que la autorizara el juzgado de primera instancia e instrucción de Sarria.
Una empresa se encargó de cubrir los pilotes de la infraestructura con el objetivo de proteger el estribo, trabajos que fueron supervisados por el arqueólogo de la primera fase del proyecto de encauzamiento del río.
Para realizar estas tareas, la CHMS tuvo que solicitar permiso al tribunal, ya que este decretó la paralización cautelar de las actuaciones en el puente en octubre del pasado año por un presunto delito contra el patrimonio histórico. El juzgado inició este procedimiento a raíz de una denuncia de la Plataforma Sarriana polo Río, que alega que los trabajos supondrían la destrucción de un estribo.
La CHMS recurrió la paralización de las obras, lo que fue desestimado tanto por el tribunal sarriano como por la Audiencia Provincial. Por ello, el organismo de cuenca solicitó tapar los restos del puente que están a la vista para evitar daños y descartó actuar en el viaducto para reabrirlo a la espera de conocer la resolución judicial. Hace unos meses la entidad ya valló también el entorno de la infraestructura por seguridad de los viandantes y conductores.
Los trabajos de ayer en Ponte Ribeira causaron expectación entre los sarrianos y en un primer momento produjeron confusión, pues algunos creyeron que se retomaban las obras en el viaducto para volver a abrirlo al tráfico.
El puente, por el que discurre el Camino de Santiago, está cerrado desde septiembre del pasado año. Esta situación llevó a que varios vecinos recogieran firmas e incluso organizaron una manifestación ante la sede de la CHMS.
