El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS), Francisco Fernández Liñares, descartó que este organismo vaya a tomar medidas contra el alga invasora azolla filiculoides, que ha colonizado amplios tramos del río Miño y sus afluentes en Lugo, a causa de la reducción presupuestaria que ha sufrido el gestor de cuenca.
"Limpiar los ríos es tremendamente caro, por lo tanto, el momento actual no es el mejor, porque la Confederación tiene recursos escasos y el presupuesto se ha reducido de una forma notable y, en el caso concreto de esa especie invasora, no estamos haciendo nada", lamentó, según informa Efe. Puntualizó que las instituciones no cuentan con "estudios rigurosos" sobre el caso.
LIBRO SOBRE LA PASARELA
Fernández Liñares hizo estas declaraciones durante la presentación en la ciudad de Lugo del libro 'Acondicionamiento de la margen derecha del río Miño, en Lugo. Pasarela de San Lázaro', que detalla en más de cincuenta páginas estas obras, centrándose en la construcción del paso peatonal colgante que une los barrios de San Lázaro y A Ponte con el centro de la ciudad.
Según explicó la confederación, "a pesar de la sencillez conceptual y de diseño" de la pasarela, su construcción supuso "un detallado trabajo de cálculo" que se puede conocer en las páginas de este libro. Estas explicaciones se completan con la descripción de las actuaciones de acondicionamiento de la margen derecha que permitieron crear una red de senderos de 16 kilómetros de longitud a lo largo de los ríos Miño y Fervedoira, habilitando un espacio para el disfrute de una zona tradicionalmente olvidada.
Los interesados en disponer de un ejemplar del libro pueden conseguirlo, en formato pdf, a través de internet.
LA SEQUÍA
Fernández Liñares también se refirió a la falta de lluvias en los últimos meses en Galicia, que, a su juicio, no pone en peligro el abastecimiento de agua en las grandes ciudades.
"No hay preocupación en cuanto al abastecimiento" de agua "a las ciudades y a la mayor parte de los pueblos", indicó, a pesar de que Galicia, según reconoció, se enfrenta a "una de las mayores sequías de los últimos cincuenta o sesenta años".
