cualquiera que viaje por la carretera de la Costa entre Ribadeo y Cervo habrá experimentado la sensación de que los amortiguadores de su vehículo están siendo sometidos a una dura prueba. Si ese viaje se hace de forma continuada, esa sensación se verá reflejada en su propio bolsillo. Y es que esa carretera se encuentra en un estado de tal deterioro que su reparación se está convirtiendo en un clamor.
El problema de fondo de esta carretera es que absorbe una cantidad de tráfico enorme para que la no está pensada, diseñada ni ejecutada. A eso se suma que los arreglos que se le hacen para que cumpla su función no se plantearon de la forma correcta y consisten en simples reasfaltados.
La situación es tan pintoresca que, como ilustración, se puede tomar una imagen grabada casualmente por la coordinadora comarcal del Bloque Nacionalista Galego en A Mariña, Ana Ermida, y que está colgada en internet. En ella, se ve cómo para afianzar el alquitranado de un bache en el municipio de Foz, en lugar de pasarle por encima una apisonadora, se le pasan las ruedas del camión de los operarios.
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Aunque es algo puntual, esto refleja perfectamente que en realidad el estado de este vial no está siendo tomado en serio por las administraciones, y más concretamente por el Ministerio de Fomento.
En realidad, la carretera oficialmente es, entre Ribadeo y Barreiros, la Nacional 634. Justo después del conocido como cruce de A Espiñeira arranca la Nacional 642.
