La caída de un árbol deja sin luz a vecinos de Mondoñedo y Lourenzá

Los afectados aseguran que los cortes de suministro son continuos cuando hay mal tiempo ►El fuerte viento dejó árboles caídos en varios puntos y en Viveiro se desprendió una cornisa
Zona de A Voltiña, en Mondoñedo
photo_camera Zona de A Voltiña, en Mondoñedo

El temporal de viento, lluvia, nieves y bajas temperaturas que afecta a la Península dejó en la comarca fuertes rachas de viento y granizadas que crearon pequeñas incidencias, como la caída de árboles. Precisamente la caída de un árbol fue lo que provocó que 2.290 vecinos de Mondoñedo y Lourenzá se quedaran sin luz a primera hora de la mañana del lunes.

Según explicaron desde Begasa, el aviso del corte se lo dieron a las siete y veintitrés de la mañana y diez minutos más tarde, 1890 usuarios ya tenían restablecido el suministro. A las diez y media, otros cien ya contaban con luz y el resto de usuarios lo fueron recuperando a lo largo del día.

Sin embargo estas explicaciones no convencen a los afectados, que aseguran que cada vez que hay mal tiempo se quedan sin suministro y exigen una solución a esta problemática. Además en la zona mindoniense afectada hay negocios y locales de hostelería y en el barrio laurentino de Soutelo, que va en la misma fase, se encuentra la guardería.

«Desde decembro xa debemos levar cinco ou seis cortes», explica Carlos Folgueira, del Rei das Tartas de Mondoñedo, «ademais a primeira hora que é cando máis cafés sirves e supón un grave perxuízo económico para o negocio», También desde A Voltiña, Manuel Xermade, subraya los efectos económicos de unos cortes sobre los que nadie les da explicaciones: «Este corte foi dos máis pequenos, porque a maioría son de oito e ata nove horas, nas que non podes facer nada».

Por lo demás, el temporal se saldó con un reguero de pequeños contratiempos. Por ejemplo en Mondoñedo los bomberos de Barreiros retiraron un árbol del vial a Lindín que cortaba un carril a última hora de la tarde del domingo y el GES de Cervo hizo lo propio con otro árbol que cayó en la variante de Burela.

Los bomberos del parque comarcal de Viveiro salieron dos veces durante el fin de semana para subsanar los efectos de sendos desprendimientos de tierra y piedras sobre la carretera autonómica LU-540, que une Viveiro con Cabreiros. La caída de unos árboles el sábado por la noche inhabilitó el carril en dirección a Lugo debido a un derrumbe ocasionado por las intensas lluvias, por lo que acudieron al lugar junto a Guardia Civil y Protección Civil de Ourol a cortarlos. La circulación se restableció a las doce de la madrugada, aunque quedó señalizado el lugar con una valla.

La dotación de los bomberos y conservación de la Xunta salieron a las cuatro de la mañana a otro desprendimiento en el mismo vial, que solo afectó al arcén. Otro árbol quedó atravesado sobre la LU-862, en Xove, a la altura de la gasolinera que hay a la salida de la localidad hacia Burela. Los bomberos acudieron a cortarlo pasadas las seis de la mañana.

Por otra parte, el fuerte viento ayudó a que se desprendiese a última hora de la tarde del domingo una cornisa del número 53 de la calle Nicolás Cora de Viveiro. No hubo heridos ni otros daños. Ese día por la noche también cayó un muro sobre un camino de Galdo, que quedó cortado, aunque hay otro acceso. En esa parroquia hay dos eucaliptos en riesgo de caer y otro se precipitó en Chavín sobre el tendido de Telefónica.

AGUA. El desbordamiento del cauce del río Bravos, en la zona vivariense de Amarelá, cerca de la carretera de O Pontigo, está asimismo destrozando el vial aglomerado por el Concello y sobre el que solicitó información a Aguas antes de arreglarlo, según el concejal de obras, Jesús Fernández Cal.

Los bomberos de Viveiro también achicaron en la Avenida de Ferrol agua procedente de una alcantarilla que estaba atascada.

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