Francisco Fernández Liñares, exconcejal de Lugo, expresidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y el único de los imputados en la operación Pokemon que seguía en prisión, abandonó ayer por la tarde la cárcel de Bonxe después de que la Audiencia Provincial declarara la nulidad «absoluta e insubsanable» del auto judicial que lo envió a prisión. Una nulidad que deriva de la «clara e inequívoca» inconstitucionalidad del auto en el que la magistrada Pilar de Lara prorrogó su detención más allá de las 72 horas legales.
El alto tribunal lucense atiende de este modo el recurso de apelación interpuesto por la abogada de Liñares, Mari Luz Canal, y lo hace en aplicación de la misma doctrina que esgrimió la Audiencia Nacional para dejar en libertad a los principales detenidos en el caso de la mafia china en la operación Emperador, doctrina que había sido rechazada por Pilar de Lara en el auto en el que denegó la puesta en libertad de Liñares.
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