La defensa del alcalde de Lugo, José López Orozco, sostiene que la apertura parcial del secreto de sumario sólo ha venido a generar más "indefensión" en los imputados, porque las diligencias entregadas a las partes sólo llegan a septiembre de 2012, y sostienen que la acusación de tráfico de influencias "no hay por donde cogerla".
En declaraciones a EFE, el letrado que se ha hecho cargo de la defensa de López Orozco en Operación Pokemon, Gregorio Arroyo, también asegura que no hay prueba alguna en la parte del sumario que ya tienen los abogados de que el alcalde de Lugo hubiese recibido ningún tipo de soborno por parte del grupo Vendex, "ni siquiera indiciariamente", sólo sospechas sin confirmar.
El supuesto tráfico de influencias que se le imputa a López Orozco estaría relacionado con una conversación que figura en el sumario entre el alcalde y el delegado en Galicia del grupo Vendex, José María Tutor, en la que el regidor local trata de mediar para buscarle trabajo a una "chica". "En relación con ese supuesto delito de tráfico de influencias quedó perfectamente claro en la declaración del alcalde, que se produjo en noviembre del año 2012. Lo explicó perfectamente. No tiene sentido que ahora se destaque de esa manera este tráfico de influencias", explicó el abogado.
El letrado comentó que "un funcionario jubilado, una persona muy querida en el Concello, se dirige al alcalde" para explicarle que tenía una hija en una situación muy complicada y que "su yerno estaba sin trabajo", y pedirle si "podía hacer alguna gestión" para ayudarles. "Hizo algunas gestiones, pero además fueron fallidas. No hubo posibilidad, ni siquiera de forma interina o para hacer alguna sustitución. Al final, la hija de ese funcionario, que estaba enferma, murió. Poco después, murió también su madre, y dicen que de pena. Ése es el tráfico de influencias", precisó el letrado.
Desde su punto de vista, "lo que es realmente un rasgo humanitario, algo que haría cualquier persona en esta situación, se convierte en tráfico de influencias". De haber tráfico de influencias, insistió, "¿dónde esta el beneficio?".
En ese sentido, el abogado se quejó de que la parte del sumario sobre la que ya no pesa la orden de secreto llegue sólo a "septiembre de 2012", de forma que no figura "la declaración que hizo el alcalde ante la jueza instructora", en la que "quedó todo explicado" y el regidor "transmitió una sensación de absoluta credibilidad". "Es más, en la declaración del alcalde, en noviembre de 2012, cuando entró en este tema la jueza, hasta el fiscal sonreía", dijo Arroyo, quien considera que "no hay por donde coger eso del tráfico de influencias".
En cuanto a la parte del sumario sobre la que ya no pesa la orden de reserva, el letrado reconoce que la defensa se esperaba "más", porque al figurar sólo las diligencias y actuaciones realizadas hasta septiembre de 2012, "no hay ni una sola declaración" y "no podemos estudiarlas para buscar contradicciones". "Falta casi todo, del 2012 hasta hoy, nada de nada. Por lo tanto, claro, estamos en la misma situación de indefensión", lamentó.
Con respecto a los informes de Vigilancia Aduanera en los que se establece la sospecha de que el alcalde pudo ser el receptor de algunos de los sobres con dinero que el grupo Vendex enviaba a Lugo para pagar sobornos, el letrado sostiene que no hay prueba alguna de ello, "ni siquiera indiciariamente".
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