El retraso en la construcción del área de servicio proyectada en el tramo barreirense de la Autovía del Cantábrico (A-8) condena a los conductores a recorrer más de 130 kilómetros sin poder repostar -entre la localidad de Navia, donde se retoma la infraestructura y la gasolinera de Guitiriz, ya en la A-6-. Quien necesite llenar el depósito de su vehículo no tiene más remedio que salir del vial para utilizar un surtidor próximo o bien esperar hasta llegar a la entrada a la capital o a la A-6, donde sí disponen de este servicio, en dirección a Galicia.
Los conductores mariñanos se han vuelto previsores por este motivo ya que, como indican algunos taxistas, «saíndo de Ribadeo, en realidade a A-8 non ten gasoliñeira ata Avilés ou máis aló, polo que o mellor é saír do vial e utilizar os surtidoiros próximos, como o que hai en Barres, a escasos kilómetros da vila ribadense».