La A-8 acumula alrededor de 17 horas cerrada por nieblas desde el sábado

Los camioneros y otros usuarios creen que el cierre automatizado no soluciona el problema de raíz y ven en los radares un afán recaudatorio: "Estos equipos no evitan accidentes", afirman
Semáforos a la entrada del Alto do Fiouco, en dirección Asturias
photo_camera Semáforos a la entrada del Alto do Fiouco, en dirección Asturias

Desde que se activó la pasada semana, el día 15, el cierre automatizado y a control remoto desde el Centro de Gestión de Tráfico del Noroeste en A Coruña para el Alto do Fiouco de la Autovía del Cantábrico (A-8), este ya se ha puesto en práctica hasta en cuatro ocasiones debido a las densas nieblas que obligaron a desviar la circulación por la N-634. Se registraron aproximadamente 13 horas de cierre desde la noche del sábado a la mañana del domingo –jornada en la que solo se pudo circular por el vial durante seis horas–. Al atardecer volvió a prohibirse la circulación para reabrir a las siete y media de la mañana de este lunes. 

De todos modos, los bancos de niebla dispersos apenas permitieron que el tramo estuviera abierto cinco horas, porque para evitar riesgos por la falta de visibilidad, el cierre volvió a ordenarse a las doce y media del mediodía, mediante las indicaciones de los paneles instalados y las balizas en la calzada que señalizan el desvío. A las cuatro de la tarde reabrió, si bien llegó a haber momentos de aviso rojo, lo que obliga a circular a unos 60 kilómetros por hora, entre la densa bruma. 

"Es un mero afán recaudatorio", afirman algunos conductores

Los conductores que atravesaron el tramo que salva Mondoñedo en dirección Abadín se toparon con otro problema a primera hora de la tarde: "Se formaron largas colas y hubo que circular a 40 por hora por el paso de un transporte especial. Si no es la niebla, pasa cualquier otra cosa", se lamentaban los usuarios. 

Empresarios como el ribadense Agustín Reymóndez que realizan 300 kilómetros a diario, creen que esto es "solo un parche. Deben solucionar el problema de la niebla ya". Tanto él, como camioneros y otros conductores, critican la colocación de más radares: "Es un mero afán recaudatorio", dicen.

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