KPMG dice que el informe realizado en 2009 fue un ''diagnóstico acelerado''

Los socios de KPMG han recalcado hoy que la fusión de las cajas gallegas se apoyó en "informes" posteriores al "diagnóstico acelerado", que no auditoría, que realizaron en diciembre de 2009, y han alegado que avalaron la operación en base a unas previsiones macroeconómicas fallidas.

Asimismo, han aludido a los cambios en el marco legal y regulatorio producidos tras el periodo de análisis, que en el caso de la fusión de las cajas gallegas supusieron una necesidad adicional de capital de 2.500 millones y provisiones frente a posibles impagos por 2.700 millones.

En su comparecencia ante la comisión de investigación para analizar y evaluar la evolución económico-financiera de las antiguas cajas de ahorro, Carlos Trevijano y Francisco Gibert han recordado que el informe de KPMG "no fue el primero ni el último", sino que fue "uno más en el largo camino" del proceso de fusión de las cajas.

Han abundado en que los informes posteriores de otras auditoras "profundizaron y dieron cumplimiento" a las exigencias de la Ley de cajas de ahorro gallegas, y han recordado que la fusión contó con la bendición de la Xunta, el Banco de España y la Comisión Europea, y con el plácet de los consejos de las dos entidades.

Trevijano y Gibert han recalcado que la encomienda de la Xunta para este "trabajo a medida" era saber si había posibilidades de que la entidad resultado de la fusión se podía acoger a las ayudas de Estado, lo que "llevaba implícita la viabilidad de la operación". No entraba a valorar, por tanto, "los pros y contras" de la integración de Caixa Galicia y Caixanova, como tampoco otras alternativas como las SIP o fusiones frías.

Los socios de KPMG en España también han recalcado que el objeto de su informe no era analizar qué caja "estaba mejor o peor" que la otra, ya que la situación de las mismas variaba "según qué datos se miren". Han detallado que la exposición al riesgo inmobiliario de ambas -10.000 millones una y 7.200 la otra- quintuplicaba en cuantía sus fondos propios, y por tanto era "muy relevante", y por tal motivo hay un epígrafe en el informe en el que figura que el valor de sus inmuebles era la mitad de las tasaciones de la época.

Han hecho hincapié en que KPMG trabajó "con total independencia" en la elaboración de su "diagnóstico acelerado", que como tal exigió unos esfuerzos técnicos y de personal mayores a los habituales, lo que elevó los honorarios cobrados a la Xunta a los 837.000 euros, cantidad que subió hasta el millón incluidos los gastos y el IVA.

Han recalcado que hubo "un contacto directo" con las direcciones de Caixa Galicia y Caixanova, que proporcionaron toda la información que les requirieron, y han añadido que "lo normal" es que esos datos no se auditen en una primera fase de "proyección de futuro", sino que solo se comprueba que tengan "cierta consistencia".

Sobre la emisión de preferentes, han señalado que el informe de KPMG solo preveía la suscripción por parte del FROB como vía para que el Gobierno pudiera capitalizar la entidad, con la perspectiva de que en el plazo de cinco años pudiera "independizarse" de las ayudas públicas y acudir al mercado mayorista de inversores.

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