Juzgan al dueño de dos perros que atacaron a dos guardias civiles

El incidente fue en julio de 2014 en Barreiros y los animales eran un rottweiler y un doberman que iban sueltos. La Fiscalía pide dos años y medio de cárcel
Perro de raza rottweiler
photo_camera Perro de raza rottweiler

El propietario de dos perros de raza peligrosa que sembraron el pánico hace tres años en un área recreativa de Barreiros se sentó en el banquillo de los acusados del Penal 2 de Lugo, ya que fue acusado de una falta contra los intereses generales —por llevar a los animales sueltos por la vía pública—, así como de un delito de atentado y una falta de lesiones, por enfrentarse a la Guardia Civil.

La condena que solicitó el ministerio fiscal en su escrito de conclusiones provisionales fue de dos años y medio de cárcel, una pena que implicaría su ingreso en prisión. Pidió además que durante ese tiempo no pueda tener animales.

Los dos perros del acusado J.M.R.V. —un rottweiler y un doberman— se encontraban sueltos y sin bozal, deambulando a sus anchas por la zona

El incidente se produjo el 20 de julio de 2014, sobre las cinco menos cuarto de la tarde, en el área recreativa de Santo Estevo do Ermo, justo en las inmediaciones de la capilla del mismo nombre.

Según argumentó el ministerio público, los dos perros del acusado J.M.R.V. —un rottweiler y un doberman— se encontraban sueltos y sin bozal, deambulando a sus anchas por la zona.

En un momento dado, pasaron por allí unos excursionistas y los canes se fueron hacia ellos "en actitud agresiva, gruñendo, ladrando y mostrando los dientes", hasta el punto de que tuvieron que coger un palo y resguardarse en un talud.

Según los excursionistas, el dueño de los canes los llamó "de forma displicente", por lo que al ver la peligrosidad de los perros y la actitud de su propietario que consideraron que no estaba actuando correctamente, decidieron llamar a la Guardia Civil.

SIN NINGÚN CONTROL. Cuando llegaron los dos agentes, los perros comenzaron a correr hacia ellos ladrando y sin ningún tipo de control, por lo que uno de los guardias, según explicó, tuvo que desenfundar su arma y disparar al rottweiler, que murió en el acto. En ese momento, el acusado, un amigo suyo y otros familiares comenzaron a increpar a los guardias y J.M.R.V. le propinó supuestamente a uno de ellos varias patadas y puñetazos. Otro de los integrantes del grupo, con iniciales G.N.M., también golpeó al otro agente. Y en medio de la trifulca, el guardia que efectuó el disparo le pidió al dueño de los perros que sujetara al doberman, pero dice que el hombre hizo caso omiso y el can acabó mordiendo al otro agente en el glúteo derecho. Finalmente, los dos guardias recibieron asistencia médica.

Según trascendió tras el incidente, el dueño de los animales es vecino de Madrid y se dedicaba al adiestramiento de canes. De hecho, algunos testigos comentaron que los perros llevaban puesto un chaleco que informaba de que habían sido adiestrados, a pesar de que se mostraban agresivos y además no llevaban correa ni bozal.

TESTIGOS. Algunas personas que supuestamente presenciaron el incidente comentaron que, tras efectuar el disparo, el guardia dejó su arma en el suelo y el dueño de los perros llegó a cogerla, pero sin utilizarla, un aspecto que quedó confuso y sobre el que la Fiscalía no hizo ninguna referencia en su escrito.

El fiscal pidió dos años y medio de cárcel para J.M.R.V. y dos años para G.N.M. también por atentado. El juicio quedó visto para sentencia.

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